REFLEXION DOMINICAL, 1 DE ENERO, 2017

- Hoy es el primer domingo del año 2017; además estamos en el último domingo de la navidad, este tiempo tan bello, por los cantos, las sonrisas, los abrazos, los besos y los niños felices de recibir presentes.

- Hemos vivido un 2016, con tantas turbulencias en el mundo, con amenazas de guerras, grandes desigualdades en el mundo; pero hemos visto a cantidad de instituciones callarse en medio de las injusticias, esperamos que el nuevo año sea nuevo por nuestras actitudes y el compromiso con la sociedad y dejemos de ser unos indiferentes, sino que tomemos conciencia de que no somos observadores, sino parte del juego para aportar un mundo más humano y fraterno.

- Hoy también se celebra en nuestra Iglesia el Santo Nombre de Jesús, y en la Iglesia Romano, a María como madre del Hijo de Dios. En verdad es tiempo tan bello, para vivir felices y llenarnos de esta felicidad y vivir así todo el año.

- Que sea Dios quien rija nuestras, vidas, que seamos más humildes y sencillos, llenos de justicia y solidaridad hagamos de este mundo la casa común donde reina el amor y la justicia.

- Debemos prepararnos para las persecuciones por los grupos de gobierno que no valorizan a los inmigrantes, como si ellos no fueran inmigrantes y no vieran los grandes aportes del pueblo que deja su vida en la construcción de lo que es este gran país. No se quede callado, ni parado mirando como un observador si se le invita a una marcha, necesitamos de usted, para defender a los más vulnerables, no olvide que somos una sola familia de inmigrantes.

1) Lectura del Libro de Números 6:22-27

- Dios mismo enseña su pueblo el cómo bendecir a sus hijos, usted lo hace con sus hijos al despertarse o al despedirse de su casa y les enseña el camino correcto en base a la vida de Dios?. No podemos ser como los que no conocen a Dios.

- Una manera sencilla como Dios nos invita a bendecir a nuestros hijos: ¡Dios te bendiga y te guarde! ¡Dios haga resplandecer su rostro sobre ti y te mire con buenos ojos!

- ¡Dios vuelva hacia ti tu rostro y te de la paz!. Quién en verdad no quisiera que Dios volviera su rostro hacia nosotros? Es una necesita que tenemos, no solo de ver el rostro de Dios, sino tener su paz y vivir de ella.

- Hace vario tiempo nuestras familias se preocupaban más por enseñarnos valores, y sobre todo el respeto a Dios y como amarlo, por eso había mucho respeto a los padres de familia, a los padrinos y a las personas, mayores. Por qué hoy de nuevo no volvemos a enseña la vida de Dios para que humanicemos este mundo y ya cristiano podamos vivir en verdadera armonía sin volvernos unos contra otros.

2) Lectura de la Carta de Pablo a los Gálatas 4:4-7

- San Pablo nos dice literalmente: ‘Pero, cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y sometido a la Ley”. La promesa que Dios le hizo a Eva en el Edén, hoy se hace realidad y la plenitud de los tiempos es real, porque siendo él Dios, o sea de origen divino, no le importa y toma nuestra carne, no para humillarnos, sino al encarnarse como uno de nosotros naciendo de una mujer con todas las leyes de su tiempo y al no hacer alarde de naturaleza divina, sino al contrario desde nuestra humanidad nos eleva al estado perdido y nos dignifica de nuevo, para que evoquemos a Dios con toda confianza.

- Al asumir Jesús nuestra naturaleza no margina a nosotros haciéndonos ver como si fuéramos cosa rara, sino que comía como los pobres, esta en la casa de una familia pobre, que hasta en el momento de nacer se le niega todo derecho, como el de nacer en una casa; pero Cristo al contrario en lugar de traer castigo por el rechazo, trae bendiciones, la visita de seres celestiales; en otras palabras el amor de Dios es tan maravilloso.

- También nos dice Pablo: “Ustedes ahora son hijos, y como son hijos, Dios ha mandado a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre: ¡Abba!, o sea: ¡Padre! De modo que ya no eres esclavo, sino hijo, y siendo hijo, Dios te da la herencia”. No se quede en la ignorancia, no deje que nadie lo relegue o lo marginen, diciendo usted no tiene derechos en la iglesia, usted no puede orar, leer, comulgar y le imponen leyes humanas que no vienen de Dios, sino de seres humanos que son mezquinos que se han atribuido el poder de Dios de dominio, no el poder de Dios que es amor compasivo y misericordioso, y si usted esta entendiendo que Dios es su Padre de amor, nunca dude en acercarse con fe y levante la frente con dignidad y viva tan feliz en su amor cada día para hacer la diferencia de la vida, y seamos un solo pueblo de amor.

- Cuando San Pablo nos hace ver que Dios en su plenitud ha puesto en cada uno de nosotros en nuestros corazones su amor y vive sin discriminación en nuestras vidas, quiere decir que todos tenemos derechos y deberes, por lo tanto no hay una iglesia elegida y única que se puede atribuir ningún derecho a ser la dueña y distribuidora de la gracia de Dios, porque aquí no estamos en la empresa privada, sino estamos siendo todos administradores de la gracia de Dios y cada uno estamos llamados a ser buenos embajadores de a obra de Cristo en la tierra.

3) Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 1:1-14

- En el principio de la creación el Verbo es Dios, y vive desde la eternidad, porque es el Hijo de Dios, y como Dios es eterno, ya que por esencia vive para siempre, en hoy, en el mañana, porque si no dejaría de ser Dios, ya que sería una creatura como nosotros.

- Por el Verbo se hizo todo cuanto existe, por lo tanto se hace para él, su fundamento del mundo está en Cristo, y si se hace para él, por qué entonces los hombres nos hemos vuelto ciegos, acaparadores de lo que no es nuestro y no hemos entendido, que somos simple administradores de los bienes de Dios que son para todos.

- Para los hombres la vida es la luz, y esa luz es Dios, por eso que cuando hacemos el mal y nos perdemos en situaciones que nos quitan la paz y la felicidad es que hemos perdido esa luz. Y si la luz brilla en las tinieblas, que es igual a caos, muerte, significa que si usted tiene a Dios, va a ver con claridad en medio de los problemas y que no habrá adversidad que nos rompa esa paz.

- Juan Bautista que viene como testigo de Cristo que es la luz, que alumbra a todo ser humano, de la misma manera nosotros debemos de ser testigos de esa luz, para iluminar toda clase de oscuridad, y dar calor a este mundo frío e indiferente, y dejemos de ser seres egoístas y aislados y tratemos de vivir en comunidad de amor, con esa armonía que solo Dios nos puede dar.

- Cristo vino a su propia casa, pero los suyos no lo recibieron, no se trata que no lo aceptaron en Belén, sino que en todas partes, por no ver la realeza de la dinastía de David, no lo aceptaban y porque estaban buscando un mesías al estilo que se habían formado, y lo rechazan, como hoy en seguimos mucho equivocados en ese camino de vida, y necesitamos cambiar ese estilo del mesías para ser libres.

- Los que creen por fe tienen un nuevo nacimiento, no humano material, sino en la vida de Dios, y si usted tiene fe, que hace marginándose solo en las leyes humanas que lo alejan de Dios y no lo dejan vivir viendo que él es su padre y que usted tiene los mismos derechos que todo ser humano, y si es hija o hijo no dude en acercarse con confianza.

- Y el Verbo se hizo carne. Cuando el Verbo se hace uno de nosotros, menos en el pecado, nos invita a que entendamos que Dios no nos humilla, sino que nos enaltece, mientras nosotros caminamos en el mundo de la vanidad, de presumir, de engreírnos en la vida de la soberbia pensando que entre más presumimos por las apariencias, vestidos, títulos, carros, casas y cosas, pensamos que somos más que aquellos que despreciamos, mientras que Dios, no hace alarde de categoría divina, sino que toma nuestra carne y habita entre nosotros para enseñarnos lo grande que somos y a lo que estamos llamados a vivir en la plenitud del amor de Dios.

- Si Cristo es Verbo, que es Dios, que vive desde la eternidad, que es la luz que alumbra a la humanidad, y que viene a los suyos que somos nosotros, y no para condenarnos, sino enseñarnos cómo comportarnos delante del Padre y por eso toma naturaleza humana, como uno de nosotros.

P. Vidal Rivas