- Ya hemos llegado a la Semana Mayor o Semana Santa, donde experimentamos con mayor cercanía el misterio de amor de Dios para con la humanidad, en verdad la entrega sin límites del Hijo de Dios, para salvar a la humanidad.
- Con esta celebración recordamos la entrada triunfal de Cristo a la ciudad Santa de Jerusalén donde las inmensas muchedumbres cortan ramos de olivo, de palmas, flores, tiras sus ropas de gozo de saber que el Señor se encamina a la ciudad Santa.
- En realidad Cristo nos presenta la vida tan sencilla, subiendo a una burra con cría, no en un caballo de guerra, sino alguien tan pacífico. Además la burra es tomada, en señal que todo es de Dios, y nosotros solo somos administradores, no los dueños y luego debemos dejarlo todo a como está, no tanto como la ley de lo privado, que absolutiza lo que no es nuestro, sino de Dios.
- Hemos celebrado los 41 años del martirio de Monseñor San Oscar Arnulfo Romero, que para unos es motivo de gozo, inspiración y fuerza profética, pero para otros les sigue ocasionando interpelación por su falsedad de cristianos, malos pastores o estar del lado de los opresores y no de parte del que libera.
- Se esta llevando una huelga de hambre en solidaridad de los inmigrantes, lo cual es denigrante por todo lo que los seres humanos tienen que sufrir y luchar con tal de alcanzar un objetivos, porque las estructuras de poder se han entronizado en el poder y no apoyan a los que sufren como es el caso de los inmigrantes.
- Seguimos sufriendo la muerte y el contagio por el Coronavirus-19 y es que las estructuras de poder solo las grandes ganancias les interesa a las farmacéuticas y a los ricos sobre todo la super potencia imponiendo los interés de los grandes de siempre y habiendo otras vacunas e incluso mejores que dan vida y seguridad a la gente nuestra.