REFLEXION DOMINICAL, 4 DE ABRIL, 2021

- Nos encontramos celebrando el día más alegre y lleno de tanto júbilo, por saber que Cristo ha vencido la muerte que reinaba en el mundo y nos ha devuelto la vida, por lo que podemos decir junto con Pablo: “Muerte dónde está tu victoria, muerte dónde está tú aguijón?.

- Hoy que iniciamos 50 días de gozo, de felicidad, donde decimos con gozo, ¡Aleluya, Aleluya, Cristo ha resucitado! Todo es gozo y vida para disfrutar las maravillas de Dios.

- La muerte en realidad no es el final, la muerte solo es un camino, Cristo la ha vencido, y nosotros que somos sus seguidores la venceremos para compartir la gloria del Padre.

- No tenemos que dejarnos vencer por el miedo, la desesperación, solo hay que ver, que lo que nosotros no podemos resolver con nuestros planes y sabiduría, para Dios es todo posible, porque mientras las mujeres y todo mundo da por terminado a Jesucristo y lo buscan en los muertos en la tumba, él ya no esta ahí, porque no es el hombre el que lleva los destinos del universo, sino es Dios el creador.

- Que el mundo materialista, que por su líderes políticos, que en realidad han perdido su visión de servir y se han dedicado a gobernar sin tener a Dios en sus corazones y quieren dictar leyes solo a beneficio de los poderosos, hace que el materialismo y el indiferentismo vayan ganando terreno y poniendo su reino, porque los cristianos estamos perdiendo protagonismo olvidando que debemos de ser testigos del Cristo que nos ha salvado de toda clase de esclavitud.

- La pandemia del Coronavirus sigue arrasando y el hombre cada vez más impotente, porque ya estamos rondando los treinta millones de contagiados y mas de cien mil muertos, solo en los Estados Unidos de Norte América estamos en los 550,000 muertos y esto debe de servirnos para dejar la soberbia y aprender a ser humildes y que necesitamos los unos a los otros y debemos de quitar todo bloqueo y no seamos fuente de muerte sino de vida.