REFLEXION DOMINICAL, 23 DE MAYO, 2021, DOMINGO DE PENTECOSTES

- Nos encontramos celebrando la gran solemnidad del Domingo de Pentecostés, que son cincuenta días después de la Pascua.

- Como ya sabemos bien, la fiesta de Pentecostés, ya existía como fiesta judía y se celebraba con mucha pasión y entrega antes de que llegara Cristo. Luego que Jesucristo a muerto, resucitado y ascendido al cielo, en la celebración del Pentecostés, que era una gran romería donde venían personas de varias partes del mundo, y mientras los apóstoles están orando encerrados por miedo; el Espíritu Santo viene a los apóstoles y al grupo que está con ellos en oración; mientras el pueblo sólo escucha el ruido de lo que pasa y no saben que es lo que sucede, la gracia de Dios obra en bien de todos.

- Al celebrar la fiesta de Pentecostés debemos de examinarnos como Cristianos y sobre todo las autoridades eclesiásticas si en verdad es el Espíritu Santo el que obra en nuestras vidas, si es él quien guía nuestros pasos; porque en verdad estamos lejos del verdadero Ecumenismo, la verdadera convivencia y ese amor fraterno que nos mando Cristo nuestro Maestro a practicar.

- Que el mundo entero recibo el Espíritu Santo, para que llenos de su luz no sigamos asesinando, invadiendo, como lo que esta pasando en la Franja de Gaza, sino que al contrario pongamos el mandamiento del amor sobre todas las cosas y de esa misma manera nos amenos los unos a los otros como Dios nos ha amado en la persona de Cristo Jesús. Y también hay que ver como se esta dando muerte y destrucción en Colombia y el mundo sigue sin hacer nada sobre todo la gran hipocresía con la que actúa los Estados Unidos, que en lugar de tomar determinación en torno a los derechos humanos y ser un ejemplo, apoya esa corrupción solamente por ser aliados.

- Los Estados Unidos, no se cansa de amenazar y bloquear a todo gobierno que se opone y no obedece a sus interés, como lo esta haciendo con el país de El Salvador, eso es triste, porque no han entendido que ya tiempo paso el tiempo de la colonia, no se puede vivir de esclavo y cada país es libre y soberano y no pueden haber fuerzas extranjeras imponiendo leyes en las políticas de cada nación soberana, como a ellos mismo no les gusta que nadie les vea las cosas o les sugiera, ya no se diga que le imponga; pero algo mas lamentable es cuando hay gente insensata que pide que castiguen a un país y sobre todo cuando son entre comillas hijos de esa patria; porque los pobres son los que sufren la marginación y el dolor.