REFLEXION DOMINICAL, 8 DE OCTUBRE, 2017

 

- Hemos vivido una semana llena de violencia en los Estados Unidos de Norte América, todo por las malditas armas, pero los del poder, esos dioses que se han entronizado, no hacen caso al baño de sangre, y se han acostumbrado a ver, en otros países haciendo guerras injustas, solo por obtener grandes ganancias, que hoy que pasa en su misma tierra, el tema se desvía de la atención e incluso esto que ha dado tanto terror y miedo no se le ve como acto terrorista, solo porque no viene de una persona del Medio Oriente. No hay que seguir siendo ciegos y manipulados por las fuerzas del mal, hay que despertar.

- Hay que seguir en conexión con los hermanos damnificados en México, las Islas del Caribe y hoy en Centro América, lo que nos debe llevar a pensar que vulnerables somos y necesitamos todos cuidarnos y estar pendientes del medio ambiente.

- Un día Cristo nos dijo que fuéramos: ‘Sal, luz y fermento’. Y todo este mundo no cambia, porque la inmensa mayoría de los cristianos, no somos ni lo uno ni lo otro y ya es tiempo de que cumplamos con nuestra misión, para rescatar este mundo de las manos de los violentos, de los perversos, que solo le interesa sus ganancias.

1) Lectura del Libro del Exodo 20:1-4,7-9,12-20

- Moisés que ha subido al Monte Tabor, donde ha tenido un encuentro con Dios, mientras el pueblo espera bajo el monte, y es donde Dios le entrega a Moisés las Tablas de la Ley, el Decálogo o Diez Mandamientos como se le conoce. El pueblo, ya no es esclavo, está en su proceso de formación y las normas son para reorganizarse y ser una sociedad bien estructurada para bien de todos y vivan como en una comunidad de respeto y valorización, todo empezando desde Dios y culminando con el valor a la dignidad del ser humano.

- Al hablar de los Diez mandamientos o ponernos a escribir podrías llenar páginas tras páginas, pero hoy vamos a hacer un breve bosquejo de la grandeza de la Ley, como regla de nuestras vidas: El primer Mandamiento, que habla de amar a Dios con toda la mente, con todo el corazón, como todo el ser, sobre todas las cosas que nos hace ver, como en realidad estamos haciendo esto repetitivo, pero en verdad Dios no es puesto en el lugar de honor, porque nos inventamos cualquier cosa para irrespetar su nombre, por eso es que el segundo como el tercero no son tan vitales en nuestras vidas, aunque son los mandamientos, que nos llevan a glorificar el nombre de Dios, el reconocer su grandeza, el poder alabarse y de esa manera santificar nuestras vidas.

- Hay cantidad de personas, que se pierden en la vida de las imágenes, y se perturban la vida, mirando hacia otro lado; mientras los grandes ídolos que nos han impuesto los grandes poderes del Mal, como es el dinero, el placer y sobre todo el poder que ha hecho al hombre endiosarse y creerse amo y señor del universo, y como vivimos no para el Señor nos da miedo denunciar esos poderes del mal, que nos alejan del Dios vivo y caminamos ciegos viendo hacia otros lugares.

- El cuarto mandamiento, que nos habla del respeto de los padres de familia, nos encontramos con culturas, que enseñan a irrespetar a los padres, y las sociedades se van deformando, porque se nos olvida de honran a padre y a madre; pero también es tan triste cuando muchos padres no llenan su papel que Dios les ha dado y la gracia de ser padres, y también deforman a sus hijos con la educación que les brindan y no cumplen su vocación de padres que representan a Dios Padre.

- El quinto mandamiento: No Matar, es el mandamiento que tanto se irrespeta, hemos perdido el valor a la vida y cualquiera piensa que tiene derecho sobre el otro, y sobre todo con los medios de comunicación al servicio del poder del mal, que hasta televisan las guerras que asesinan pueblos enteros desapareciendo familias por completo, y donde los mismos videos juegos de los niños que usted tiene en su casa el 90% de ellos es de matar, matar, exterminar y deformar mentes inocentes, para que luego caigamos en las manos del maligno que nos engendra violencia y que nos volvamos seres irrespetuosos con la normativa divina. Hace 37 años Monseñor Romero les dijo a los miembros militares en El Salvador, que no obedecieran a sus jefes, que primero obedecieran a Dios, antes que a los hombres y eso le costó la vida el día siguiente. Hoy nos toca decir a tanto soldado del ejército que sea, y sobre todo del país que solo vive en guerras, que valoricen la vida, que respeten a Dios y respeten a sus semejantes, que nadie tiene derecho de quitarle la vida a otro, ya que la vida es de Dios.

- El séptimo: No robar. Hoy en el mundo se castiga al que roba una cartera, el que quita un billete de $10, pero andan libres los que roban las riquezas de los pueblos, los grandes bancos buitres, los países ricos que van y se traen nuestras riquezas y recursos naturales, y nos inventan grandes mentiras con sus medios de comunicación a su servicio, para que nos hagan creer que lo que dicen tiene razón y en nombre del progreso, con los tratados de libre comercio, con el nombre que sea, son los grandes de siempre que se vuelven más fuertes y ricos y van plantando más muerte, desolación y contaminación en medio de las miserias. También en la religión se roba, en templos, dando un mal servicio, no estando como el pastor al servicio de los necesitados y sin responder a las exigencias del mundo de hoy, mientras nos quedamos lejos del mundo que gime y espera una verdadera liberación.

- Podríamos pasar escribiendo cantidad de lías, pero creo que es suficiente para que reflexionemos como anda nuestra vida, y no seamos partes del octavo de vivir mintiendo, levantando calumnias, ni deseando lo que no es nuestro y asumiendo nuestras responsabilidades, sin ningún miedo a Dios, sino con respeto y reverencia reconociéndole como el único Dios de vivos y muertos, que no hay otro, sino un Dios vivo y su Hijo Jesucristo mediador y salvador entre los hombres.

2) Lectura de la Carta de Pablo a los Filipenses 3:4-14

- Pablo nos hace ver que no son las nacionalidades, como los que ya tenemos ciudanía norteamericana, que algunas veces podemos ver de menos a otros, o porque hemos estudiado tanto y obtenido cierto título o las leguas que hablemos, o a la iglesia a la que atendemos, y especialmente si somos reconocidos y cumplidores de las leyes religiosas con rigor. Pablo dice , eso no es nada comparado a Cristo Jesús, todo eso es vano y sin gran valor, comparado al Mesías al Señor, nuestro salvador; por eso mismo dice Pablo estas palabras: “A causa de él nada tiene valor para mí y todo lo considero como basura mientras trato de ganar a Cristo. y quiero encontrarme en él, no llevando ya esa justicia que pretende la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, la justicia que precede de dios y se funda en la fe”.

- Hay muchos que se creen santos, ya perfectos y se burlan de otros y ven con menos precio a muchos, creyéndose los escogidos y santificados en medio de tantas debilidades; mientras Pablo nos expone una gran cátedra de lo que es ser seguidor de Cristo en proceso sin haberlo conquistado todo, sino en vida de camino: “No creo haber conseguido ya la meta ni me considero un perfecto sino que persigo mi carrera para conquistarla, como yo ya he sido conquistado por Cristo. No, hermanos, yo no me creo todavía calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante; y olvidando lo que dejé atrás, corro hacia la meta, con los ojos puestos en el premio de la vocación celestial, que s llamada de Dios en Cristo Jesús”. Que interesante que todos con humildad nos veamos en el espejo de Pablo, no siendo presumidos, sino dejando que la humildad de Cristo sea la que nos cambie y dejemos toda mentalidad de fariseo seo, y algunas veces estamos peores que los sepulcros blanqueados, necesitamos que la gracia de Dios sea la que obre en nosotros y no nosotros los creemos los dueños de la gracia.

3) Lectura del Evangelio de San Mateo 21:33-46

- La parábola del propietario que alquiló su viña. Este hombre confía que con los que ha hecho un trato son responsables, gente seria, que va a obtener su parte al final de la cosecha, y es por eso que envía a sus servidores a recoger la parte que le pertenece, pero estos malos inquilinos, que sabiendo que no es de ellos están sacando dividendos solo para ellos, sin importar lo que piense el dueño, lo mismo está pasando en el día de hoy, porque Dios ha creado el mundo y ha puesto al ser humano como administrador de sus bienes, para que todos tengamos lo necesario y vivamos con dignidad. Dios no quiere que unos pocos lo tengan todo de sobra y a la inmensa mayoría le falta hasta lo elemental para vivir, esto es un crimen, pero esto es lo que pasa, porque no estamos denunciando tal atropello. Aunque parezca como película sacada de la realidad política, esa es la vida que se vive en el mundo, los países desarrollados que se dicen del primer mundo van saqueando las riquezas de los países pobres que son ricos en recursos naturales y tantos otros elementos; como también lo hacen las grandes corporaciones que van y ponen sus grandes tiendas, super mercados y roban a los que se esfuerzan por hacer una vida y van perdiendo hasta lo elemental para vivir la pequeña empresa o los de negocios pequeños.

- Jesús también les dice, que ellos además de ser irresponsables no entregando la parte que le corresponde al dueño se dan la tarea de asesinar a los servidores, y por eso decide enviar a su propio hijo, para ver si de esa manera lo respetan; pero sucede lo contrario, cuando los malhechores lo ven, se dicen, es el hijo, hay que matarlo y nos quedamos con la herencia. En el mundo moderno a diario estamos viendo como se mata a lo sangre fía, se invade y se inventan cualquier nombre bonito que confunda con tal de hacer atrocidades y se mata a los hijos e hijas de Dios con tal de quedarse con lo que les pertenece a lo del pueblo.

- En la parte religiosa, cuando estudiamos la Biblia, nos damos cuenta que en el transcurso de la historia Dios, desde que Adán pecó no se ha cansado de enviar mensajeros, jueces, sacerdotes, profetas y su mismo Hijo, para rescatar al mundo de las manos del pecado, ya que cada día le hemos puesto que reine, le hemos construido altares al príncipe del mal, asesinando. Robando, mintiendo, destruyendo la dignidad del ser humano, invadiendo y desde la vida religiosa contaminando la fe, adormeciendo a las grandes masas, donde la gente se conforma con solo cantar, aplaudir, orar o mejor dicho rezar, porque no se hace una oración viva que lleve al compromiso, y cuando surgen persona con conciencia profunda de anunciar el evangelio para atraer a Dios como se debe alabar y glorificar su nombre, entonces los poderosos y los servidores del mal, les enseñan que están metiéndose en los que no les incumbe, que se dediquen a hablar de Dios, pero se les olvida que se habla de Dios justo, del Dios vivo que ha venido a liberar a los que andan en tinieblas y en sombras de muerte, como lo dijo Jesús en Lucas 4:18-21.

- Que pasen un bello fin de semana con mucha conciencia y pidiendo a Dios que no seamos parte de esos arrendatarios perversos, sino servidores fieles que podamos entender que el mundo es de Dios también nosotros le pertenecemos a él.

(P. Vidal Rivas)