- Nos encontramos en el domingo vigésimo primero, después de Pentecostés donde la Palabra de Dios nos esta invitando a una mayor entrega y transformación de nuestro ser.
- La vida del Evangelio es para vivir unidos no creando divisiones, ni pensando que somos los únicos, ni que somos superiores a los otros ni mucho menos, pensar que solo lo que hacemos nosotros es lo verdadero y válido; porque eso no es lo que nos enseñó nuestro Señor Jesucristo, que nos mandó a amarnos los unos a los otros y saber que él está donde dos o más se reúnen en su nombre, por lo tanto está en todo grupo de fe, que le pide con humildad y sencillez.
- Somos malos cristianos o mediocres, cuando pensamos que amando a Dios basta sin importar el daño, la marginación y explotación, que hacemos a nuestros hermanos, si amomos a Dios debemos de amar a nuestros semejantes sin importar su condición; por eso es tan vergonzoso ver miembros de iglesias en pleitos y separatismos sin darse cuenta que Dios nos habla, como lo hizo por los grandes profetas y santos de nuestros tiempos, como nos llevo a la Reforma por medio de Martín Lutero, que aportó tanto bien a la iglesia y ha sido un regalo de Dios y se necesita estar ungido por el Espíritu Santo para reconocer que Dios nos habló por medio de este gran hombre que iluminó la humanidad y en esta semana el 31 de octubre se cumplen 500 años.
Lectura del Libro de Deuteronomio 34:1-12
- Dios tiene un nuevo encuentro con Moisés y le muestra cual es la tierra que les tiene reservada de acuerdo a la promesa que le había hecho al patriarca Abraham, Isaac y Jacob, pero le hace ver que él no va a entrar, luego de haber sido el gran caudillo de este pueblo tanto en Egipto como por todo el camino, a nivel humano se ve muy duro e injusto de parte de Dios; pero este en tiende que no es importante entrar en esta tierra prometida, sino en la verdadera tierra del paraíso celestial, donde ya no hay hambre, ni dolor, ni noche ni día; por eso que en la Transfiguración de Jesús vemos a Moisés junto a la gloria de Dios, que no pudo ver, cuando ya antes le había pedido ver a Dios su rostro, mientras que en la otra vida, no solo la ve, sino que también él la posee y participe por el amor de Dios.
- En el momento de morir Moisés el pueblo hace duelo por 30 días, luego en ese contexto toma el liderazgo Josué al que va obedecer hoy el pueblo, como el ungido por Dios, ya que habían visto cuando Moisés le había impuesto las manos en oración.
- En realidad el pueblo ha tenido cantidad de profetas, jueces y grandes figuras enviadas por Dios, pero el pueblo reconoce que no hay ninguno como Moisés que sobre sale sobre todos, por eso mismo en la imagen que los apóstoles ven en el Monte Tabor, donde ven a Elías y a Moisés junto al lado de Cristo ellos entienden que estos solo eran antecesores en la preparación de la venida del Mesías, Cristo Jesús.
1) Lectura de la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses 2:1-8
- Pablo en medio del maltrato que ha recibido por ser fiel al anuncio del evangelio, por ser honesto con la llamada a Jesucristo, no por estar con rosarios o novenas en la mano, ha sufrido la persecución, toda clase de atropello y es que todo el que se enfrenta a las autoridades, sean religiosas, políticas o económicas, siempre va tener dificultad.
- Es muy interesante lo que dice Pablo: “Nuestra predicación procura agradar, no a los hombres, sino a Dios, que penetra los corazones. Nunca los halagamos con palabras bonitas, como ustedes saben; ni tampoco buscamos dinero, Dios es testigo. Tampoco buscamos que la gente nos rindiera honores, fueran ustedes u otros, a pesar de que, como apóstoles de Cristo, hubiéramos podido serles gravosos. Es a esto lo que estamos llamados todos los que predicamos, y no debe de importar ofrendar nuestras vidas si es necesario por el anuncio de la verdad, sin importar, para sacar de la esclavitud a tantos que caminan en ceguera espiritual por tanto opio y alienación.
2) Lectura del Santo Evangelio de San Mateo 22:34-46
- En la vida pública de Jesús con frecuencia nos encontramos con toda clase de maldad de parte de los que dicen tener la verdad a nivel religioso, y con los altos cargos, como hoy en la actualidad en base a poderío religioso se relega con autoritarismo a los que se revelan y dicen la verdad a un sistema tan poderoso, y es que como se tiene tanto poder por el dinero y los medios a favor, y eso se ve reflejado en el tiempo de los Saduceos, y los fariseos.
- El Maestro de la Ley, que es un fariseo, quiere hacer ver a Jesús en ridículo preguntando lo básico de la Ley. ¿Maestro, Cuál es el mandamiento más importante de la Ley? Y Jesús le contesta: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley y los profetas se fundamentan en estos dos mandamientos”.
- Con facilidad nos encontramos con personas legalistas, formando normas de vida religiosa y aparentando decir que son seguidores de Dios, porque pronuncian palabras de la Biblia, o hacen rezos, o se visten con trajes y ornamentos religiosos; pero no hemos visto a cabalidad lo que es amor a Dios sobre todas las cosas, con toda la mente, con todo el corazón y con todo el ser. Lo mismo es aplicable para la cantidad de personas que se congregan en una comunidad y han hecho de Dios un dios de bolsillo, que lo buscan solo cuando tienen problemas, solo cuando pasan dificultades, y hay pretextos justificados según ellos por los cuales no cumplen en verdad el seguir, como un verdadero amante de Dios en toda la expresión de la palabra.
- En la vida religiosa, muchos decimos que somos seguidores de Dios, porque nos congregamos en cierta comunidad de fe, o estamos activos en nuestro templo; pero la mayoría de las veces solo nos quedamos en el orar, cantar, ponernos de rodillas y repitiendo palabras y nuestra vida está muy lejos de la realidad; porque amar a Dios, equivale amar al prójimo como a uno mismo, y amar a Dios implica amar a nuestros semejantes, lo mismo que lo amamos a él, por eso es que decimos que se vive de una hipocresía en la religión, porque muchos son los que dicen creer en Dios, mientras pisotean a sus semejantes, los explotan en sus trabajos, llevan odio en su corazón, hay rivalidad entre grupos de personas, nos creemos más que otros, o somos partes de esos gobiernos corruptos que piensan que Dios solo está con ellos y se atreven a decir, Dios bendice a mi país, mientras exterminan pueblos enteros y viven de guerra en guerra. El amar a Dios implica amar al otro, sin importar su religión color, legua, origen, todos somos creados a imagen y semejanza de Dios.
- Que el amor a Dios nos haga diferentes en este mundo, no podemos perder de vista que el modelo a seguir es Cristo, nuestro camino, verdad y vida, que es el Maestro que nos conduce con exactitud qué es lo que hay que hacer en ese seguimiento al Señor Dios.
- ¿En qué grupo está usted? En los que solo rezan y dicen amar a Dios, y hacen lo contrario de lo que enseña nuestro único Maestro Jesucristo? O es qué ya ha entendido ser un verdadero seguidor de Dios en espíritu y verdad?. En realidad es tan lindo saber que cada día la Palabra de Dios que es viva nos invita al verdadero cambio.
P. Vidal Rivas