- Nuevamente nos encontramos de fiesta en el día del Señor, para compartir las maravillas de Dios, ya que somos sus hijos.
- El mundo se sigue sangrando, todo por las armas, es el momento de reflexionar y ponerle para a la carrera armamentista, no se puede seguir viviendo de destrucción, de vida de muerte, es necesario volver a vivir en paz y armonía.
- Hoy se celebra la Fiesta de la Transfiguración del Señor Jesús, donde el Profeta Elías y Moisés vienen a confirmar que Cristo es el Mesías, el Hijo de Dios vivo, al que tenemos que seguir y entregar nuestras vidas como el único Señor de cielo y tierra; pero además es la fiesta del Divino Salvador del Mundo, patrono del pueblo salvadoreño, que todavía no encuentra la paz con justicia, para vivir con dignidad, y es trabajo de todos los sectores y sobre todo de los ricos, dejar de buscar sus propios intereses y ver el bien del pueblo.
1) Lectura del Libro del Exodo 34:29-35
- Dios ha llamado a Moisés, para tener un encuentro con él, se le ha revelado cara a cara, y Moisés que esta contemplando la gloria de Dios, y recibe las indicaciones como el pueblo luego que ha salido de Egipto, que antes eran esclavos, hoy necesitan sus propias reglas para regirse como un pueblo, y Dios ha entregado a Moisés dos tablas, donde están las normativas, que las conocemos como los Diez Mandamientos.
- Moisés hoy que ha estado frente a Dios, que ha tenido ese gran privilegio de poder contemplar la grandeza de Dios, no sabe en si su transformación que tiene en su rostro, es el pueblo el que lo detecta, y se lo hace ver, como su rostro esta tan resplandeciente, que el pueblo en lugar de ver la grandeza de Dios, ellos se sienten tan indignos y con miedo, que prefieren darle la espalda a Moisés, en lugar de alegrarse y ver la gloria de Dios que es para nosotros.
- Los líderes del pueblo, que trabajan junto a Moisés son los primero que tiene miedo y van a pedir a Moisés que se cubra la cara, cuando hable con ellos y con Dios que se descubra. En verdad es tan difícil cuando no se ha reconocido la grandeza de Dios y de ver nuestras limitaciones; pero también el no descubrir que nosotros somos del linaje de Dios, hemos salidos de sus manos y esa misma gloria es que vamos a tener al regresar al seno de Dios.
- Todo ser humano cuando tiene un encuentro con Dios tiene una verdadera transformación y en la mayoría de los casos no estamos preparados, para tener ese cambio, y es que estamos llamados a reflejar el rostro de Dios vivo en nuestras vida, lo que sucede es que tenemos miedo y no hemos hecho nuestra verdadera conversión para tener ese encuentro vivo con Dios.
2) Lectura de la Segunda Carta de San Pedro 1:13-21
- San Pedro nos habla de estar alertas y con esperanza para poder recibir la gracia de Dios que es dada para el bien, y que la venida de Cristo no nos alarme sino al contrario la esperemos con gozo. Además la vida de la fe, debemos de vencer toda clase de tentaciones, no son las pasiones las que deben gobernar nuestras vidas, sino al contrario nuestra conversión y ese seguimiento a Cristo por la fe.
- La Santidad como la presenta él, es parte de nuestra vocación de cristianos, ya que Dios es santo y venimos de sus manos, y somos llamados a la santidad por él, por lo tanto no tenemos excusa, sino al contrario debemos de saber que por derecho debemos de ser santos, porque Dios es santo y nosotros somos obras de su creación de amor.
- Dios no hace diferencia entre persona, sino que juzga de acuerdo a las obras que hacemos, por lo tanto no importa donde estemos, lo valioso es el amor y la fe, con que obramos; y sobre todo cuando se tiene claro de que no hemos sido comprados con materia, como oro, plata u otra cosa, sino con la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. En verdad ya no nos pertenecemos les pertenecemos a Cristo que ha muerto por nosotros.
- Por el pecado hemos estado lejos de Dios, pero con la muerte preciosa de Jesucristo y su valiosa Resurrección hemos sido comprados, donde ya no nos pertenecemos, sino al contrario nuestra vida es la vida de Dios, y debemos de ser signos en medio del mundo, con fe y esperanza dar a conocer a Cristo y glorificar el nombre de Dios Padre al que le pertenecemos por medio de su Hijo, que nos ha acercado a su gloria.
3) Santo Evangelio de San Lucas 9:28-36
- Cristo luego que ha explicado a sus discípulos la manera como va a morir, y ellos se han alarmado, no lo pueden creer y están a punto de abandonarlo, es cuando Cristo superando a Moisés los sube al Monte, donde él se va a transfigurar, pero ha subido a Pedro, Santiago y a Juan, que van a presenciar esta gran manifestación de Dios, en otras palabras esta verdadera Teofanía del Dios vivo para las creaturas es de vida, no de muerte, es para tener confianza y no miedo como en el Antiguo Testamento.
- Moisés y Elías aparecen junto a Jesús, para confirmar que Cristo es el Hijo de Dios, el Mesías esperado; por lo tanto hay que quitarse toda clase de miedos, dudas, y empezar a caminar con esa esperanza de vida, sabiendo que el camino de la cruz solo redime para luego dar esa gloria que viene del Dios vivo, para todos los que sepan ser fieles y cargar con su cruz.
- Pedro se emociona y quiere hacer tres chozas, una para Elías, otra para Moisés y otra para Cristo, no piensa en sus compañeros que aguantan sol y lluvia, de la misma manera hoy nos encontramos con obispos, sacerdotes, pastores y laicos pensado en grandes edificios, mientras sus semejantes no tienen un techo digno, pero es bien fácil desviar la atención ye n nombre de Dios hacer grandes construcciones, y volvernos cielos sin ver las necesidades de nuestros semejantes, caminar cielos y sordos al clamor del pueblo que espera justicia y nos inventamos rezos y cantos espirituales de estar con Dios, y se nos olvida de no buscar a Dios allá en lo alto y verlo en el propio hermano.
- Dios les habla desde el cielo, para hacerles ver: ‘Este es mi Hijo, mi elegido; escúchenlo’. Si Cristo es el Hijo de Dios, por qué no le obedecemos? No le seguimos, y como elegido, no debemos distraernos de otras cosas, sino saber que él es el camino, la verdad y la vida de Dios, para con nosotros, y si Dios nos dice Escúchenlo. En verdad nosotros escuchamos a Cristo?. Creo que los cristianos estamos lejos de hacer realidad el escuchar a Cristo, porque seríamos diferentes, no habría guerras, hambres, desigualdades, persecuciones contra los inmigrantes.
- Necesitamos una verdadera conversión, el darnos cuenta que seguir con Cristo es subir a la montaña, llevando la cruz, el ver a Cristo transfigurado y junto a él a Moisés y Elías, es que la gloria de Dios es para todos, sin excepción, sino de todos los que hacemos su voluntad y sabemos escucharlo, siendo mejores seres humanos, luchando por una patria común, donde no hay acaparadores, sino donde nos vemos como iguales y luchamos juntos en la verdadera integración, sabiendo que todo le pertenece a Dios y nosotros solo somos sus administradores.
- La gracias del Señor Jesús nos ayude a entender en la fiesta de la Transfiguración del Señor, que la vida celestial que nos espera es vida sin comparación, pero debemos de ser fieles a ese llamado de vida en Cristo, para gozarnos de su amor.
P. Vidal Rivas