REFLEXION DOMINICAL, 1 DE MAYO, 2022

- Nos encontramos celebrando el tercer domingo de Pascua, y en la meditación de la palabra y adaptando esa visión nos sentimos retados a hacer de esta vida la vida que Dios espera que seamos iluminadores del nuevo mundo.

- Con la dimensión de la Palabra de Dios para este día, nos damos cuenta de que no es nuestra fuerza sino la gracia de Dios que nos hace la diferencia, para ser distintos, como el caso de San Pablo al bajar del Caballo y lo mismo con Pedro que tiene que bajar de la barca para encontrarse en el Cristo que nos confía en medio de nuestras debilidades y a los dos infieles y podríamos decir seres equivocados, Dios les confía su gran misión.

- Hoy se celebra también el primero de mayo, donde mazas de trabajadores salen a las calles para exigir sus derechos y también en este país se unen los inmigrantes para clamar una reforma migratoria y los políticos luego de usar a los que votan se hacen los que no entienden y ponen sus prioridades otras realidades que se han inventado y les llenan sus bolsillos.

- La situación en Ucrania sigue, por unos no se cansan de bombardear y otros de apoyar esa guerra porque el negocio de las ventas de armas es tan lucrativo, pero se presentan como salvadores y libertadores de las democracias; mientras sigue la destrucción y sumando los refugiados, como la suma de las muertes, pero a los líderes del mundo se les sigue cerrando los ojos y la sensibilidad se ha perdido, por lo que no hay conciencia