REFLEXION DOMINICAL, 21 DE AGOSTO, 2016

Al compartir la vida de la felicidad, todos nos gozamos, disfrutamos de las maravillas que Dios nos permite compartir, y en la vida de los Juegos Olímpicos, vemos a los atletas tan gozosos y a los países respectivos disfrutando de ese logro y a los que les encanto los deportes. Al interesante es ver como se premia en cada país a sus atletas y de acuerdo a cada posibilidad, y si eso tiene motivación deberíamos nosotros como comunidad ayudar a otros a levantarse cuando dejan algo que les hacía daño y hoy son libres.

El mundo esta emocionado en los Juego Olímpicos, mirando el ganar medallas, pero nos estamos olvidando de las muertes y esa guerra tan destructora en Siria, y lo mismo de la campaña por la presidencia en los Estados Unidos, que es tan pobre en valores.

1) Lectura del Profeta Jeremías 1:4-10

“Me llegó una palabra de Yahvé: “Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones.” Al saber que somos elegidos por Dios antes de venir a este mundo, y consagrados por Dios estando en el vientre de la madre. Por lo tanto, si somos consagrados, elegidos, no hay otro que tenga mayor consagración; sino al contrario, todos tenemos la misma dignidad y grandeza, nadie se sienta menos que nadie, ni Obama, ni el Papa Francisco, ni la Reyna de Inglaterra, ni la primer Ministra de Alemania, son más que nosotros, porque también todos somos consagrados.

“Yo exclamé: “Ay, Señor, Yahvé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!’. Esta es la realidad de cada uno de los seres humanos, que buscamos irresponsablemente el desligarnos de nuestras responsabilidades, el hacer a un lado nuestra vocación y salir corriendo de esa misión, por lo que hemos creado cantidad de pretexto, con tal de no cumplir lo que Dios tiene para sus hijos. Solo aprende a ser responsable, tú también tienes que ser un profeta, has sido consagrado, no te retractes, solo asume tu responsabilidad cambiemos la política, la religión y hagamos de la sociedad una verdadera familia de seres humanos donde todos compartimos como la gran familia de Dios.

“Y Yahvé me contestó: “No me digas que eres un muchacho. Irás adondequiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte, palabra de Yahvé.” Esto es lo que no entendemos, los que somos llamados, ponemos la confianza en nosotros mismos y no en Dios, nos pasa lo mismo que a Pedro, cuando Cristo le dijo ven y comenzó a caminar en el agua, pero luego dudo, necesitamos a demás ser fieles a Dios, decir lo que nos manda, sin miedo a que nos quiten la vida humana, lo que debemos de temer es cuando Dios nos pida cuenta y no hayamos sido fieles a su voluntad.

“Entonces Yahvé extendió su mano y me tocó la boca, diciéndome: “En este momento pongo mis palabras en tu boca. En este día te encargo los pueblos y las naciones.” Con esto vemos que es Dios quien nos envía a decir lo que é quiere, como quiere y a donde él quiere, por eso nunca hay que temer, sino al contrario gozarnos de su amor.

2) Lectura de la Carta a los Hebreos 12:18-29

El autor sagrado nos esta haciendo un breve resumen de cómo es que el pueblo de Israel junto a su líder Moisés, por la falta de conocer a Dios y ver un Dios vengador, justiciero, no cercado, sino lejos, le temblaban, el pánico les alejaba de Dios, pero hoy, no hay fuego devorador, ni cosa semejante, es Cristo luz de las naciones que se nos da, y el Dios que trae Jesucristo es el Dios Padre que se ha hecho presente por medio de Jesucristo.

Si Cristo es el único mediador, por medio de quién pasa la salvación a los seres humanos, no debemos de temer, sino al contrario saber encontrar las maravillas de Dios en ese Dios cercano que ha venido a poner su tiempo de campaña en medio nuestro para alcanzar la perfección de la humana, y nadie tema a ese Dios, sino que todos y todas entendamos que es nuestro Padre.

3) Lectura del Evangelio de San Lucas 13:10-17

Cristo como todo un buen judío esta cumpliendo lo que manda la religión judía de estar presente en el templo el día sábado, para dar culto de adoración a Dios, y en este día que él está presente, ve a una mujer que está enferma desde hace 18 años. En otras palabras, la oración que Jesús hace, no lo aleja de la realidad de los que sufren sino al contrario lo hace ver las necesidades de los que le rodean para actuar.

Cuando Cristo ve a la mujer necesitada de Dios, la llama, tome él iniciativa, sin que ella le pida nada, pero ella está pidiendo a Dios su Padre, y él que es enviado por el Padre a sanar a los enfermos, y que vive en esa comunión con él va actuar sin demora alguna, no le va importar norma alguna, aunque sea vista con buenos ojos a nivel de los fariseos, pero él quiere dar una enseñanza que es mucho más grande el ser humano creado por Dios, que todas las normas religiosas creadas por los hombres, aunque la finalidad sea llevarnos a Dios, pero el ser humano es creado por Dios y a su imagen, lo cual no se puede comparar en nada.

Si el ser humano es tan grande, tan sagrado y no debe de haber comparación, con cosas, con dinero, con vida religiosa, porque su origen es divino, no hay porque en los templos de tinte cristiano excluir a las personas de su alimento que les pertenece como es la Palabra de Dios y el alimento eucarístico, porque tan hija o hijo es como lo somos los que somos clérigos que imponemos esas leyes que alejan y no acercan a la familia de Dios.

La envida es un gran mal, nos hace crecer una rivalidad con el otro que hace cosas buenas, pero nosotros por nuestra miseria queremos hacer ver que el otro es el que falla, mientras no somos humildes en reconocer la grandeza de Dios, como lo es el caso de los fariseos con Jesucristo, que están viendo los signos, como Dios sana a los enfermos, ni por eso glorifican a Dios, no ven la humanidad, la religión los ha cegado, como hoy en día tenemos un cristianismo cielo empezando por muchos jerarcas que solo buscan su bienestar, no buscan la liberación del pueblo porque ellos no son libres están atados por esas ligaduras de satanás que no los deja a ellos servir en libertad y buscando la edificar el Reino de Dios en medio nuestro; por eso mismo critica al que hace el bien y busca vivir el evangelio de Jesucristo.

Que pasen una bella semana unidos a Cristo, sabiendo que él como mediador y Señor, nos lleva a la vida en Dios, para ser glorificados en su amor.

(P. Vidal Rivas)