REFLEXION DOMINICAL, 8 DE ENERO, 2016

El Bautismo de Jesús.

En este domingo al celebrar el Bautismo de Jesús como fiesta litúrgica, retomamos el hecho histórico en que Juan el Bautista mete a Jesús de Nazaret en el Río Jordán, no porque Cristo necesite hacer este acto de purificación, ni porque este Bautismo sea el que marque nuestras vidas; sino que nos lleva a ver la diferencia del Bautismo de Juan y el Bautismo de Jesús, uno es con agua y el otro es con el Espíritu Santo y fuego.

Ya hemos pasado la primera semana del año 2017, esa es la vida, el tiempo pasa, y algunas veces no lo sabemos aprovechar, que hoy en la celebración del Bautismo del Señor Jesús, nuestra vida tome conciencia de que somos injertados en la vida de Cristo, que ya no nos pertenecemos, somos parte de la gran familia de Cristianos, donde no deben de haber separaciones, solo respeto y amor entre todos, sabiendo que todos pertenecemos al mismo Padre Dios, solo es que vamos por diferentes iglesias, pero el Camino es el mismo Cristo.

1) Lectura del Profeta Isaías 42:1-9

- “Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido en quien me deleito. He puesto en él mi Espíritu para que traiga la justicia a todas las naciones”. Cuando el profeta de Dios habla de esta manera refiriéndose a Jesucristo, también se refiere a ti y a mi, o sea que en otras palabras debemos de obrar con conciencia, sabiendo que somos siervos de Dios, y que es él quien nos sostiene, para que hagamos brillar su justicia, no la que aplican los corruptos que se venden pro dinero y favorecen a los fuertes y someten a los débiles.

- En esta misma dirección el profeta nos va a decir: “Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi pacto con el pueblo, luz de las naciones. Quiero que des vista a los cielos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en oscuridad. Yo soy el Señor, ese es mi nombre”. Esta es la invitación que Dios nos hace y en la vida consagrada, que todos los bautizados llevamos desde nuestro bautismo, hábemos muchos que no asumimos responsabilidad y no cumplimos con nuestra vocación y pensamos que solo los clérigos les toca hacer la vida de fe, luego en la vida política por la mala formación y lo mal cristianos que somos no cambiamos las estructuras sociales, políticas y económicas, porque pensamos que eso les toca a los que están en el mundo y se nos olvida que vivimos en este mundo y aquí tenemos que empezar a transformarlo.

2) Lectura del Libo de Hechos de los Apóstoles 10:34-43

- “Entonces, Pedro comenzó a hablar y dijo: “Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno”. En verdad, esto es la verdad, no lo que se han inventado muchas religiones y al mismo tiempo algunas iglesias, que han caminado equivocadamente, haciendo creer que son la verdadera, la única, que solo en ellos hay salvación que los otros no tienen verdad; mientras la misma Palabra de Dios nos hace ver, que todas las religiones tienen a Dios, porque todo ser humano por naturaleza es religioso, y busca como glorificar y dar alabanza a su creador. Solo Dios salva, y El vive en cada corazón y premia a todos aquellos que lo han hecho su Señor.

- Pedro nos hace ver, que Cristo poseía el Espíritu Santo, que obraba de acuerdo a la voluntad del Padre, que siempre hizo el bien y todo bien; pero que todo lo pudo hacer de esa manera, porque Dios estaba con él y también está con nosotros, pero la diferencia es que nosotros no buscamos como hacer su santa voluntad y ni tratamos de ser fieles.

3) Santo Evangelio de Mateo 3:13-17

- Cristo es obediente a la voluntad del Padre, va al Río Jordán, no se avergüenza, que alguien de menos status que él lo tome de la cabeza, lo meta en el agua donde todos los pecadores llegan arrepentidos, para que Juan los Bautice, si en realidad Cristo es el siempre santo, el sin mancha y Juan tiene conciencia de esto, por eso pone resistencia.

- Tanto Juan como Cristo, tienen bien en claro, que a quien se le obedece es a Dios, y que todos debemos de hacer su santo voluntad aunque no lo comprendamos en el momento. Cristo le da esa lección a Juan y como le habla con ese convencimiento, que Juan no tiene otra alternativa que también obedecer y meter a Jesús a esa agua, no a un río especial, como hay tenemos playas privadas, centros exclusivos de lujo, o club para los ricos, para los que se consideran de otra clase, hemos hasta fabricado buses, carros, aviones especiales, donde van la gente de negocio o la que dice llamarse importante y la población en general en lugares que se les ha asignado; mientras Cristo que es el Hijo de Dios está con todo el pueblo, sin diferencia alguna.

- Solo acaba Cristo de salir del agua, cuando el Espíritu de Dios desciendo sobre El, Juan confirma que es el Hijo de Dios, al que acaba de Bautizar con Agua, y que es Dios quien bautiza con el Espíritu Santo; por eso él va a decir más adelante, que Cristo bautiza con fuego y Espíritu Santo. Lo que todos escuchan es decir: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido”. Al igual que se le dijo a Cristo en el Jordán estas palabras, estas mismas se nos dicen a nosotros en el momento de nuestra consagración en el bautismo, lo único es que tenemos que preguntarnos si estamos siendo otros cristos, verdaderos hijos o hijas de Dios, o estamos ensuciando el nombre y poniendo en vergüenza el nombre de Cristo.

- Al celebrar el Bautismo de Jesús de esta manera, no significa, que la celebración para Jesús sea necesaria humanamente, sino desde el plan de Dios, para enseñarnos a nosotros, como es que se obedece y se hace la voluntad suya.

- Que en este domingo del Bautismo de Jesús, todos nos examinemos si somos en verdad verdaderos cristianos, ya que todos somos consagrados, ungidos, y nadie es más ni nadie es menos, todos tenemos la misma dignidad.

P. Vidal Rivas