REFLEXION DOMINICAL, 12 DE MARZO, 2017

- Nos encontramos en el segundo domingo de Cuaresma, donde se nos hace ver la grandeza de la respuesta de Abraham, como padre de la fe, y la necesidad de nacer de nuevo del agua y del Espíritu, realidades que solo Dios puede hacer, los seres humanos no lo logramos comprender.
- Oremos por tantas muertes, como los jóvenes que fallecieron esta semana en Guatemala, los que están muriendo en Siria por tantos bombardeos, los mismo que en Yemen, como en otros países; pero que sobre todo aprovechemos este tiempo sagrado de la Cuaresma para la Conversión.

1) Lectura del Libro del Génesis 12:1-8

- Dios invita a Abraham con las siguientes palabras: “Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu Padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar”. Dios invita nuestro padre Abraham a dejar la seguridad humana y a poner la confianza solo en su palabra, el abandonarse en él antes que en las cosas terrenas, de lo cual Abraham es un digno ejemplo para todos, de poner la confianza en Dios y saber que la verdadera realización y verdad solo está en Dios, no en las seguridades creadas por nuestras mentes. Hoy en la actualidad, la mayoría de los problemas son suscitados por las grandes corporaciones, naciones poderosas, individuos particulares, que no son capaces de compartir y poner la confianza en Dios, sino que ponen su confianza en el dinero y en cuanto tienen sin importarles el compartir con los más necesitados.

- Abraham sale de Harán, como Dios se lo ha pedido, a pesar que ya es un ser mayor de edad, 75 años, para una persona adulta es muy difícil salir de su estabilidad y seguridad que ha creado, a dejar todo eso por buscar la verdadera voluntad que Dios quiere para sí. En realidad se necesita verdadera confianza y seguridad en Dios, que no te va a fallar y saber que Dios cumple esas promesas y las hace vida para los que le obedecen.

2) Lectura de la Carta de San Pablo a los Romanos 4:1-4,13-17

- “Pues la Escritura dice: “Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo.” “En cambio, si alguno cree en Dios, que libra y culpa al pecador, Dios lo acepta como justo por su fe, aunque no haya hecho nada que merezca su favor”. El escritor sagrado está haciendo un elogió en torno a la fe y reconociendo que no es por cumplir los preceptos que los hombres hemos inventados con los que contralamos y sometemos a los que se congregan en nuestras comunidades de fe; sino que es la fe, con convicción de que Dios es Dios y no hay otro a quien obedecemos, adoramos y le ofrecemos nuestras vidas, sabiendo que a él solo le pertenece todo cuanto existe y nosotros mismos también.

- Pablo nos dice lo siguiente: “Porque la Ley trae castigo; pero donde no hay ley, tampoco hay faltas contra la Ley. Por eso, para que la promesa hecha a Abraham fuera firme para todos sus descendientes, tenía que ser un don basado en la fe.” Esta es la realidad de Dios contra la que hemos puesto los seres humanos religiosos, desplazando a Dios e infundiendo miedo y desaliento entre el pueblo de Dios, y creyéndonos los dueños de la salvación y algunas veces diciendo a donde y cuando debe obrar el Espíritu Santo y hasta inventado la excomunión para aquellos que no obedecen nuestros caprichos.

3) Santo Evangelio de San Juan 3:1-17

- El diálogo entre Jesús y Nicodemo, cuando este lo va a visitar de noche por miedo a lo que dirá la gente. Nicodemo le dice a Jesús: “Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él.” Esta es la verdad, los maestros de la Ley saben quién es Jesús, lo que sucede es que no quieren dejar sus privilegios, como lo decía Mons. Romero y lo ha repetido el papa Francisco, las iglesias tienen que ser pobres, para los pobres, y no vivir con tantos bienestares en medio de los pobres. Hoy también tenemos cantidad de altas jerarquías que saben quienes de los sacerdotes u obispos predican la verdad, pero es más fácil no salir del Rosario y oraciones prefabricadas, que anunciar el evangelio que lleva compromiso y entrega de la misma vida.

- Jesucristo le dice a Nicodemo: “Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Volvemos a la misma realidad, no queremos desprendernos de los apegos de las normativas creadas por nosotros que aparentan ser bonitas y buenas, pero no están a la altura de la exigencia de Dios, hay que desprenderse de tantos atuendos, leyes y situaciones que no son las de Dios, y hay que nacer con humildad, sencillez, y la fe con la confianza en ese Dios que es amor y que nos ha enviado a su Hijo Jesucristo. Y cuando Nicodemo no le entiende nada a Jesús a pesar de sus alegatos intelectuales, de su sabiduría y maestro de las Escrituras, Jesús le vuelve a repetir: “Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios”.

- Jesús le hace ver a Nicodemo, que al igual que Moisés levantó la serpiente en el desierto, de la misma manera el será levantado, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. En la antigüedad, cuando el pueblo era mordido por la serpiente, y veían el estandarte de la serpiente de bronce, que era una imagen, y que hoy muchos atacan a las imágenes, hoy Jesús nos vuelve a poner este ejemplo y nos va a ser ver como él hoy desplaza la imagen de bronce por su persona que tiene poder, pero necesitamos ver como en la cruz hay salvación y todos los que creemos en él y hemos nacidos con él corremos la misma suerte que él; pero que esa muerte no es muerte sino el paso a la vida eterna y en la participación de su gloria.

- Jesús nos resume todo su mensaje de amor, lo que el Padre Dios le ha encomendado, no lo que los grandes jerarcas se han inventado y algunos grupos fundamentalistas, que hoy se han vuelto los filtros de la salvación y hasta se atreven a decir, quienes se salvan y quienes no; mientras Jesús nos dice el mensaje de vida que tenemos que creer y vivir: “PUES DIOS AMO TANTO AL MUNDO, QUE DIO A SU HIJO UNICO, PARA QUE TODO AQUEL QUE CREE EN EL NO MUERA, SINO QUE TENGA VIDA ETERNA. PORQUE DIOS NO ENVIO A SU HIJO AL MUNDO PARA CONDENAR AL MUNDO, SINO PARA SALVARLO”. Cuando todos entendamos, lo que significa la venida de Nuestro Señor y el hacerlo nuestro, sabiendo lo que hicieron los pastorcillos, los personajes de Oriente y tanto el anciano Simeón como la profetiza Ana, entonces nuestra vida tendrá confianza y nos sentiremos hijos e hijas, sin las imposiciones, de los que se creen dueños de la salvación y entiendan que solo son servidores, que anuncian el reino a través del mensaje y el ejemplo viviendo el mandamiento del amor.

- Que la gracia de Dios nos regale la fe, nos ayude a entender la venida de Jesús el anuncio del mismo Jesucristo, como salvador y Señor. Que pasen un bello domingo.

Padre Vidal Rivas