REFLEXION DOMINICAL, 10 DE DICIEMBRE, 2017

 

- Hoy es segundo domingo de Adviento, donde nos encontramos con esas realidades políticas que dan muerte y destrucción a los pueblos pequeños, como lo es Honduras, por la mala decisión de la persona ambiciosa que quiere seguir en el gobierno y las fuerzas extrangeras que le apoyan que sigan destruyendo a ese pueblo noble y trabajador.

- Otro elemento tan negativo es ver como el gobierno de los Estados Unidos, tiene el atrevimiento de decir que Jerusalén es la capital de Israel, ya teniendo Israel a Tel Aviv como su capital; y con eso demuestran el imperialismo, la fuerza del mal que llevará mayores guerras, divisiones entre naciones hermanas, solo por interés perversos que no están iluminados por Dios ni tienen humanidad, sino es fuerza del mal que margina y da muerte.

- Felicitaciones a las naciones de Nicaragua con su Patrona, la Inmaculada Concepción, y a la comunidad Mexicana con la Patrona de las Américas, la Virgen de Guadalupe. Todos saben la grandeza de tener amor y respeto a la madre de Jesucristo, que nos enseño en las Bodas de Caná: “Hagan lo que él les diga”. Lo triste del caso es que hay cantidad de personas que dicen ser marianas y son tan insensibles e indiferentes, mientras María era servicial, humilde, llena de fe y amor a Dios.

- El ser humano es tan limitado, lastima grande que nos creemos tanto con ese orgullo que nos hace tanto daño y vemos, como nuestra limitación no puede apagar esos grandes incendios en California, el no poder encontrar ese submarino en Argentina en medio de tanta tecnología; por eso mismo debemos de acudir a ese Dios con humildad.

1) Lectura del Profeta Isaías 40:1-11

- En esta lectura nos vamos a encontrar con palabras de consuelo y esperanza: “Consuelen, dice Yahvé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón.” Cuantos seres humanos van por el mundo y no encuentran consuelo, como los miles en el mundo de madres, hermanos que se preguntan el por qué de las guerras que matan a tantas personas inocentes o tantos miles de niños que mueren en brazos de sus madres sin un pedazo de pan que llevar a sus bocas, ni una medicina que poner por las miserias que han sido sometidos por los poderosos.

-  “Abran el camino de Yahvé en el desierto; en la estepa tracen una senda para Dios; todas las quebradas serán rellenadas y todos los cerros y lomas rebajados”. Dios nos invita a que se abra nuestro corazón y nuestra mente, él no nos obliga a nada, sino que nos invita; y aunque nuestra vida sea un desierto árido, sin vida alguna, Dios lo transforma; mientras que las quebradas, los cerros y las lomas todo será emparejado, para que ya no hayan desigualdades que hacen las marginaciones sociales, sino que todos los pueblos tengamos lo necesario y las familias vivan con dignidad.

- Dios le hace ver al profeta, que no hay que ser arrogantes, llenos de soberbia; porque: “toda carne es hierva, todo su encanto como la flor del campo. La hierva se seca y la flor se marchita”. Hay personas que viven de la vanidad, mientras que todo esto es pasajero, mejor vivamos de la Palabra de Dios que es viva y nos da vida en abundancia, pero necesitamos depender de Dios. Porque él es nuestro pastor que nos sabe conducir, porque el mismo es nuestro hacedor.

2) Lectura de la segunda carta de San Pedro 3:8-15.18

- Pedro nos hace ver con claridad que el tiempo de Dios no es como nosotros lo medimos, y es cierto que las Matemáticas son exactas; pero no caben estas en la mente de Dios, por eso un día es como mil y mil como un día en su plan; pero en medio de todo eso Dios es generoso con nosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que nos convirtamos.

- No hay que tener miedo a Dios, aunque él venga como un ladrón, sin avisarnos; pero tampoco hay que sorprenderse porque el universo entero comience a descomponerse, sino al contrario cada uno debemos de llevar una vida santa y piadosa, como corresponde a nuestra vocación de seguidores de Cristo.

- Hay muchos que se alarman con las cosas naturales que pasan y otros sacan provecho infundiendo miedo, haciendo que la gente tenga pánico al Dios vivo que es vida en abundancia; mientras que la promesa de Dios es: Cielos nuevos y una tierra nueva en que reine la justicia. Estos cielo nuevo y la tierra de la justicia es la que tanto necesitamos, ya que se ha descompuesto por las ambiciones y perversidades del ser humano y le tenemos miedo a lo que la naturaleza trae por consecuencia del pecado del hombre, mientras no vemos las injusticias que atropellan y marginan a los hijos e hijas del Dios vivo y amoroso que nos ama a todos por igual.

- Por lo tanto, si Dios nos ama tanto y tiene un cielo nuevo y una tierra nueva, lo que nos toca a todos, es que todos con una sola esperanza nos esforcemos para que Dios nos encuentre en su paz y sin mancha ninguna, ya que su sangre nos ha purificado y debemos de vivir de acuerdo a nuestro pacto bautismal, y dejar que Cristo viva en nosotros y los que nos vean se deleiten viendo a Cristo en nosotros.

3) Lectura del Santo Evangelio de Marcos 1:1-8

- San Marcos inicia diciendo, comienzo de la Buena Nueva, es que Jesucristo es la buena noticia, es el Evangelio del Padre encarnado que comienza su vida pública para manifestar la Gloria eterna de ese Padre Misericordioso con su creación.

- Juan el Bautista es el mensajero que va delante de Cristo anunciando la venida del Mesías, y que es necesario arrepentirse y convertirse al verdadero camino del Señor. Y es por eso que Juan gritaba convencido, “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”. Esto es lo que tendrían que anunciar los medios, no la venta y el adormecimiento del “el gran Santa” nos enseñan que la Navidad es espejismo, vanidad de vanidad, no nos enseñan a enderezar nuestra vida, en prepararnos a ese nacimiento de Cristo, si en verdad somos un verdadero pesebre para él o somos en realidad como los que le negaron albergue mientras sus padres pedían posada.

- Juan, vive de una manera muy sencilla y humilde, come langostas silvestres y viste solo una piel de camello. El va convencido que es la voz que grita por el desierto, y por eso nos dice: “Detrás de mí viene uno con más poder que yo. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias, aunque fuera arrodillándome ante él, yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo”. En verdad Juan no tiene miedo a perder seguidores, porque él tiene claridad de vocación y no tiene problema de personalidad, sabe que él simplemente es un siervo al servicio del Reino de Dios, que bello fuera que todos los que anunciamos el Evangelio no buscáramos como sobre salir nosotros y desplazar a Cristo Jesús y esto lo vemos con frecuencia que hay ministros que ellos se creen los mesías y se nos olvida que solo somos simples servidores.

- Juan también enseña que hay dos clases de bautismo, el que él hace, que es con agua, como un rito en preparación del recibimiento de Jesucristo, y el bautismo de Jesús, que es el que aparece en Mateo 28:18-20. En la vida de los cristianos hay personas que tienden a confundir a muchos y piensan que cuando hay hermanos que les dicen que su Bautismo no vale porque Juan bautizaba adultos, muchos se confunden y no logran diferenciar el bautismo de Juan y el bautismo de Jesús, que es el bautismo trinitario, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

P. Vidal Rivas