REFLEXION DOMINICAL, 13 DE ENERO, 2019

El Bautismo de Jesús.

- En este domingo al celebrar el Bautismo de Jesús como fiesta litúrgica, retomamos el hecho histórico en que Juan el Bautista mete a Jesús de Nazaret en el Río Jordán, no porque Cristo necesite hacer este acto de purificación, ni porque este Bautismo sea el que marque nuestras vidas; sino que nos lleva a ver la diferencia del Bautismo de Juan y el Bautismo de Jesús, uno es con agua y el otro es con el Espíritu Santo y fuego.

- Ya hemos finalizado la época navideña, tiempo tan alegre y lleno de amor, hoy estamos iniciando el tiempo luego de la Epifanía con el Bautismos del Señor.

- El mundo cada vez se va volviendo unos contra otros en lugar de ir al compas como la ciencia avanza también así avanzar nosotros en nuestras relaciones. Antes se caminaba con el bloqueo a Cuba, bloqueo a Iran, bloqueo a Corea del Norte. La división entre Rusia y Ucrania, y hoy vemos la división entre Iran y Arabia Saudita, nueva amenazas entre Estados Unidos y Brazil para sus países hermanos. Todo en verdad es por intereses mezquinos de otras partes externas que se involucran con tal de sacar ellos ganancias.

- En esta semana hemos vivido la declaración de Lima, que esta viciada por intereses de poder de acuerdo a los que quieren dominar el mundo, también, la situación de las presiones contra Venezuela, las cosas delicadas con Brazil no al servicio de los pobres, sino al servicio del poder, como al desigualdades que se están dando en Colombia y las amenazas con las que seguimos viviendo por la administración del gobierno de Trump.

- Hoy en el Bautismo de Jesús hay que entender con claridad que hay bautismo de conversión por Juan el Bautista y el bautismo de los Cristianos que es el que nos manda Cristo y que hoy practicamos para no vivir confundidos, ni que nos engañen.

1) Lectura del Profeta Isaías 43:1-7

- El profeta habla en nombre de Dios y nos dice: “No temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío”. Es tan maravilloso leer esto de Dios, que somos su propiedad, que hemos sido rescatados por su amor; por lo tanto no debemos de tener ningún miedo en medio de las adversidades.

- El profeta nos hace ver que aunque estemos en el peligro si tenemos a Dios no nos va a pasar nada, solo hay que temer, el tener la verdadera confianza que nos da la seguridad, de que el que a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta. Solo hay que entender que delante de Dios, somos preciosos a sus ojos, que hemos sido estimados por que Dios nos ama y nosotros debemos de amarle de la misma manera.

- Hoy el pueblo latino quiere escuchar en medio de su angustia y persecución estas palabras: “No temas, que yo estoy contigo”. Si es verdad que el texto es con sentido mesiánico, como el buen retorno a su tierra, todo en paz, con progreso y bienestar, no de manera que son perseguidos y expulsados, se necesita el tener la vivencia de la verdad.

2) Lectura del Libro de Hechos de los Apóstoles 8:14-17

- El anuncio del Evangelio se ha propagado por varias partes del mundo y de acuerdo a la formación de cada uno de los evangelizadores así es la obra que se va desarrollando, lo importante es que se extiende el anuncio de la Buena Noticia. Hoy los apóstoles se han dado cuenta que las persona de Samaría han aceptado la Palabra de Dios, y entre todo deciden enviar a Pedro y Juan a que vayan a ese lugar.

- Cuando Pedro y Juan, que han sido discípulos de Jesucristo, que tienen la formación integral, al llegar a ese lugar se dan cuenta que la gente solo ha recibido el Bautismo de Juan Bautista, de fe y conversión, no el Bautismo de Jesucristo; por lo que les van a imponer las manos y el Espíritu Santo va a bajar sobre todos ellos.

- No hay porque vivir confundidos en torno a la vida del Bautismo, hay dos, el de la preparación a la venida de Cristo, que usaba Juan Bautista, y el que Jesús instituye al enviar a sus discípulos a ir por todo el mundo Bautizando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y este es el que usted y yo hemos recibido, por eso mismo es que no se puede volver a repetir porque el bautismo es uno solo e imprime carácter de vida en Cristo por el Santo Espíritu.

3) Santo Evangelio de San Lucas 3:15-17,21-22

- El pueblo al escuchar la predicación de Juan el Bautista y ver el rito del Bautismo de conversión que realiza, la gente tiende a confundirse y no hallan que hacer en verdad, y es por eso que se pregunta sino será el Mesías esperado.

- Juan que es un hombre de Dios, un verdadero mensajero al servicio de Dios, que no busca vana gloria, que no quiere usurpar el nombre de nadie, ni tener el control de la situación, con humildad y honestidad va a decir toda la verdad: “Yo los bautizo con agua; pero está a punto de llegar el que es más fuerte que yo, a quién ni siquiera soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y fuego”. Al escuchar la claridad y veracidad con la que Juan exterioriza la verdad, eso es digno de imitación, para entender que los importantes no somos nosotros, sino que Cristo el Señor que es nuestro salvador y de que nosotros solo somos simples servidores.

- Cristo recibe ese rito de Juan, él lo hace no porque lo necesita, sino sobre todo porque quiere manifestar su gloria, ya que al salir del Río, el Espíritu Santo baja sobre su cabeza y se oye la voz de Dios Padre, en otras palabras, se ve la presencia misma de la Santísima Trinidad, el Dios Padre, el Dios Hijo y el Dios Espíritu Santo en una sola manifestación, y tanto Juan como los presentes pueden darse cuenta que es a él a quien debemos de seguir y es en su nombre que tenemos que ser bautizados.

- Si en el Bautismo que nos reafirma de que somos hijos de Dios, con todos los derechos y debemos, nos toca tomar en conciencia y hacer vida ese pauto bautismal, para darnos cuenta, que participamos del sacerdocio, del Reinado y del profetismo y debemos de vivirlo a plenitud para cambiar este mundo frío y deshumanizado en hacerlo más humano y fraterno.

- Todo bautizado no puede conformarse con ser solo un cristiano de ir a misa, de asistir a la iglesia y ver que se hacen las cosas. Usted no es un visitante, un huésped, no va de observador, es parte fundamental de la vida de la iglesia, que sea comunión, participación. La vida de la iglesia se debe de llevar a todas partes, para iluminar a la política, la economía en otras palabras hacer una nueva sociedad con cristianos comprometidos encarnados en las causas justas y solidarias del pueblo, sin huir a esas realidades, no olvide que vivimos en este mundo y tenemos la misión de hacerlo como dice el Apocalipsis, el mundo de Dios, donde no haya divisiones, ni marginaciones, donde todos tengamos en común lo que nos pertenece y vivir en paz como Dios nos ha dado su paz para vivir unidos.

- Pasen un buen domingo en Cristo Jesús, sabiendo que tenemos que escucharlo y seguirlo haciendo su santa voluntad, para agradar al Padre.

P. Vidal Rivas