- Nos encontramos celebrando el cuarto domingo de la Cuaresma, donde hemos ido cada semana buscando como acercarnos a la vida de Dios por medio de Palabra, oración y vida sacramental.
- Nos encontramos con las presiones en el mundo, tanto en Venezuela, por los que apoyan a su pueblo con su gobierno; pero los que quieren el golpe y seguir dando muerte al pueblo, ven el uso de la fuerza y quieren ser dueños del universo, como poniendo tantas sanciones por el mundo a todos los que no van de rodillas frente a ellos. También encontramos como el derecho internacional no se respeta, no se ve la dignidad de los pueblos y por la arrogancia del poder se toma la decisión de acreditar a un país parte de la tierra que no les pertenece.
- El caso de los inmigrantes sigue vigente, no hay una ley que les favorezca, y los que tienen el poder se vuelven cielos y sordos al clamar de los que luchan por la justicia y la dignidad de los pueblos y es por eso que tenemos que ver que clase de políticos se eligen.
1) Lectura del Libro de Josué [4:19-24], 5:9-12
- Josué que es un sobreviviente de los que salieron de Egipto y atravesaron el Mar Rojo, hoy ha tenido que acompañar al nuevo pueblo de Israel, viviendo de nuevo la experiencia que se habrá paso el pueblo por el Río Jordán, de donde van a tomar 12 piedras, representando las doce tribus de Israel, con las que van a hacer un altar y recordaran de generación en generación.
- Cuando el pueblo era esclavo en Egipto sufrían toda clase de maltratos, y al pasar por el Mar Rojo y con seguir su libertad, se sienten bien, pero en medio del desierto donde pasan cantidad de pruebas, y el pueblo reniega contra Dios, por lo que son mordidos por las serpientes, y mueren todos los adultos, y la nueva generación es la que pasa a la tierra prometida, que hoy va a tener su nueva Pascua, su nuevo bautismo, para iniciar una nueva vida en la tierra prometida.
- El pueblo que ya se encuentra en la tierra prometida, vuelve a tener una nueva pascua, celebran con júbilo comiendo con los panes sin levadura, trigo tostado, para decir a Dios a la antigua vida, pero el día siguiente comen de toda clase de frutas que esta nueva tierra les ofrece, lo cual lo goza, ya se podrán imaginar la cantidad de tiempo que no comían frutas frescas, saludables, que soportaban tanto calor y hoy en la nueva tierra, van ver que la promesa se ha hecho realidad en medio de tantos retos que les esperan.
2) Lectura de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios 5:17-21
- San Pablo hace ver la diferencia de lo que es ser una nueva creatura, y eso es lo que vivió el pueblo de Israel en carne propia, pasando por esos momentos de purificación, hasta que llega a la tierra prometida, donde ellos tendrán que vivir cosechando lo que cada uno sembrará.
- Dios con su amor infinito, nos pone en paz por medio de su Hijo Jesucristo y no es por medio nuestro, ni por nuestros méritos, sino por la paz que nos llega luego de la muerte de Cristo en la cruz que con su sangre nos a purificado, llevando a ser de este pueblo un pueblo Santo.
- San Pablo dice que Dios nos ha confiado una gran misión y es de dar a conocer el mensaje de salvación manifestado en la persona de Jesucristo ya que nosotros somos embajadores de Cristo; por lo tanto debemos de vivir en paz con Dios, para ser verdaderos representantes de ese Hijo de Dios, que cada vez desfiguramos, como sucede con los malos políticos que ponen en vergüenza a su país cuando hacen algo malo, de la misma manera hoy el cristianismo por medio de cantidad de iglesias y malos predicadores y cristianos pocos comprometidos con el Evangelio desfiguramos la persona de Cristo y su mensaje, ya que no hacemos mucho esfuerzo por cumplirlo.
- Cristo que no comete pecado alguno, es enviado por Dios para que todos tengamos vida y esa vida se en abundancia, y con ese amor Dios no se reserva a su Hijo con tal de rescatarnos a todos y de llevarnos a ese encuentro de amor para vivir en su gloria.
3) Santo Evangelio de San Lucas 15:1-3,11-32.
- Es la gran Parábola de la Misericordia, de la que nos habla este Evangelio, y comienza narrando la historia de un padre extraordinario, fuera de serie, que se le acerca su hijo menos a pedir su parte de la herencia, y a pesar que no es la costumbre, este hombre cede, le reparte a este hijo la parte, y este vende todo lo que le han heredado, y con ese dinero viaja a otro país donde derrocha todo cuanto tenía, y donde también a expuesto toda su vida, y al verse sin nada, luego de haber estado en el libertinaje, como dirían los mal formados, divertiéndose y pasándola bien o viviendo el goce como dicen los que no conocen a Dios, se da cuenta que ya no tiene nada y que hasta ha perdido su dignidad.
- En este país que se encuentra se esta viviendo una escasez de comida, que se va a ver obligado a ir a buscar trabajo, y hay un hombre que lo envía a cuidar cerdos, que no es saludable ni permitido para un judío, que hoy ha caído tan bajo que tiene que hacer un oficio no digno en su contexto, y es tan triste la situación, que con lo que gana, no le alcanza para sus gastos, y es tan triste la vida de miseria, que ni siquiera tiene permitido comer de lo que comen los cerdos, es tan grande la miseria que vive, y esa es la misma vida que llevamos nosotros cuando nos alejamos del Padre Dios, vendemos lo más sagrado, nuestra vida de valores, la dignidad por estar en la vida de placeres y caemos tan bajos, como este pobre joven.
- El joven al entrar en conciencia, cayo en la razón de entender que la vida lejos de la casa del padre es miserable, que se ha equivocado, que en verdad ha fallado, pero que es mucho mas saludable regresar a la casa de su padre aceptar su culpabilidad, y que lo degrade de puesto de hijo aunque sea de un sirviente pero que tendrá comida y trato digno, y al pensarlo se pone en camino hacia ese encuentro con su padre.
- El padre que tanto lo amaba, lo esperaba todos los días, y en este día mientras él esta con nostalgia esperando el retorno de su hijo lo ve venir de lejos, en miseria, corre hacia el con los brazos abiertos con un corazón tan lleno de amor, no lleva piedras, ni palos, ni lazos para castigar al hijo por lo que lo ha hecho sufrir, por lo que se ha malgastado, por lo que ha perdido todo el capital que a 130l le costaba, le demuestra que es mucho más importante que todas las riquezas del mundo, al abrazarlo y besarlo.
- El hijo le expresa a su padre un verdadero arrepentimiento, él esta asumiendo con responsabilidad su culpa, y lo importante es el paso que ha dado y no le importa otra cosas, que estar en la casa de su Padre donde hay abundancia de pan y un trato digno.
- Lo más grande de todo esto es el amor inmenso del padre, que todos los días salía a esperar a su hijo, y al verlo corre hacia él, no se queda indiferente, ni va hacia él con palo alguno para castigarlo, ni lleva piedra para apedrearlo, sino lleva sus brazos abiertos para darle amor y perdón, por eso mismo lo levanta inmediatamente, es mas grande la alegría de recobrarlo con vida que lo que ha gastado en dinero y todo lo material que se ha perdido, porque una persona vale mucho más que todo lo que existe; pero lo triste de hoy en el mundo del capital, que se le da mas valor a las cosas, que a Dios mismo y al ser humano se le pone en último término.
- El padre del hijo manda a matar el becerro más gordo, se le [ponga anillo, ropa, sandalias, en otras palabras que se vista de fiesta, y al mismo tiempo ordena que se haga una gran fiesta con música y baile, es que la alegría es tan grande que no se puede ocultar el gozo que se lleva dentro, porque hoy el padre tiene a su otro hijo que faltaba, eso mismo es lo que pasa cuando nosotros regresamos a la casa de Nuestro Padre arrepentido, sabiendo que ese Dios es amor, que es mucho más misericordioso de lo que nos imaginamos.
- El hijo mayor no estaba en casa y al regresar se da cuenta de la fiesta, no quiere entrar se niega a hacerlo y es su padre el que sale a rogarle, mientras este se desmerece de su hermano, de su padre y se considera santo, como la cantidad de falsos cristianos que hay en la actualidad que le llaman pecado hasta el escuchar música, mientras hacen otras cosas que son tan grabes pero a eso no le llaman pecado, y nos encargamos que criticar a los otros y vernos nosotros como los santos, los puros, los sin manchas y se nos olvida que debemos de alegrarnos cuando alguien regresa a la vida de la conversión.
P. Vidal Rivas