- La celebración de hoy, en el vigésimo cuarto domingo después de Pentecostés nos hace la invitación hacer nuestra la Palabra viva de Dios, como esa norma de vida, para ir por el mundo siendo sus testigos.
- Hoy nuevamente como esa familia de fe, que esperamos domingo a domingo para congregarnos y vivir el amor maravilloso de Dios, hoy nos llenamos de la Palabra de Dios para seguir otra semana que iniciamos y ser esa luz y sal que el mundo necesita.
- Nuevamente vemos barcos de guerra por todas partes como al principio con la Guerra Fría, en verdad los seres humanos no aprendemos, solo nos mantenemos en el nivel de la destrucción por la ambición egoísta que hay en nuestro interior.
- Para que meditemos profundamente, debemos de darnos cuenta que estamos terminando el año Litúrgico, nos encontramos en el penúltimo domingo.
- Ya nos encontramos a dos semanas de las famosas elecciones de los Estados Unidos de América, donde todavía no se ve claro quién es el ganador, y el sistema electoral no se atreve a salir y dar una explicación; mientras los medios y el pueblo celebran el fin de las elecciones, pero dado el sistema que ya esta desfasado no da respuesta a las exigencias de nuestros días, por eso el presidente actual sigue con la esperanza de seguir en el poder y con la ambición y soberbia que a él caracteriza no ve como el bien de la democracia sigue su causa. también se ve con claridad, como las organizaciones que dicen velar por la democracia callan como al servicio del gran país, sin darse cuenta que están haciendo el haz reír; donde nadie les va a creer sus opiniones.
1) Lectura del Libro de Jueces 4:1-7
- El pueblo a pecado, se ha alejado de Dios, no le ha importado hacer su santa voluntad, no es que Dios los ha castigado entregándolos a un imperio que los domine y los someta, Dios no es ese Dios opresor ni consentidor de tal atropello, sino que es consecuencia de su pecado y hacer mal las cosas como pueblo.
- El pueblo busca justicia, como hoy la mayoría de los pobres claman esa justicia, al menos con Débora la encontraban, y como hoy no aparece los pueblos pobres, indígenas, campesinos, estudiantes y otros sectores marginados, siguen en la búsqueda de la justicia que nos vea a todos iguales y no haya preferencia para los que tienen poder por el dinero.
2) Lectura de la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses 5:1-11
- La comunidad está muy nerviosa, llenos de ansiedad, quieren saber con certeza cuándo será el fin del mundo y cómo va hacer? Y es que Pablo les contesta: “No necesitan que se les hable, pues saben perfectamente que el día del Señor llega como un ladrón en plena noche. Cuando todos se sientan en paz y seguridad, les caerá de repente la catástrofe encima, lo mismo que llegan los dolores de parto a la mujer embarazada, y nadie podrá escapar.”
- Pablo nos hace énfasis cuando nos dice: “Entonces no durmamos como los demás, sino permanezcamos sobrios y despiertos. Los que duermen, duermen de noche, y los que se emborrachan, se emborrachen en la noche. Nosotros, en cambio, por ser del día, permanezcamos despiertos; revistámonos de la fe y del amor como de una coraza, y sea nuestro casco la esperanza de la salvación”. En realidad no está hablando de que seamos a revesados, durmiendo en el día y despiertos en la noche, sino con confianza plena haciendo la voluntad de Dios, para bien de todos.
- También hace ver claro que la salvación no solo es para un grupo de personas sectarias, o X iglesia que cree equivocadamente que solo ellos se van a salvar, mientras que Pablo nos dice: “Pues Dios no nos ha destinado a la condenación, sino a que hagamos nuestra la salvación por Cristo Jesús, nuestro Señor. El murió por nosotros, para que, despiertos o dormidos, vivamos con él.” No se preocupen la salvación es para todo aquel que acepte que Cristo es el salvador del mundo, el Mesías enviado por Dios lo hagamos nuestro señor y le sirvamos y le sigamos con fe.
3) Santo Evangelio de San Mateo 25:14-30
- El domingo pasado hablábamos de las 5 mujeres prudentes y de las cinco insensatas y hoy se habla de ocho talentos, que se entregan a tres personas, a uno 5, a otro tres y al otro uno, pero cada uno hace lo que se siente desde su responsabilidad, para administrar lo que su patrón ha puesto en sus manos y sabiendo que tiene que dar cuenta su patrón.
- Al regreso el patrón de su viaje, llama a sus servidores y les pide cuenta, se acerca el primero que había recibido cinco y le dice al señor que le entrega sus cinco más otros cinco que ha ganado y el señor lo felicita y lo premia, luego viene el segundo y le devuelve los dos y otros dos de ganancia y recibe también felicitaciones y también su recompensa. En verdad lo que el patrón les dice literalmente es: “Muy bien servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón”.
- Al acercarse el tercero le dijo a su patrón: “Señor, yo sabía que eres un hombre exigente, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has invertido. Por eso yo tuve miedo y escondí en la tierra tu dinero. Aquí tienes lo que es tuyo”. Lo que había hecho este hombre, era enterrar el denario, un poco por ser haragán, muy cómodo, sin mayor esfuerzo. Hoy en la actualidad hay cantidad de personas en nuestra iglesia y sociedad que esconden el talento y no lo ponen a trabajar, y cuando hablamos de talentos, hay que ver que aportamos todos desde nuestra vocación, sea como albañiles, carpinteros, jornaleros, motoristas, pintores, electricistas, maestros, militares, doctores, sacerdotes. Etc. Si no estamos poniendo a trabajar ese talento, para bien del pueblo justo y noble será nuestro llorar al final de la vida.
- También al ver la parte del capital, no podemos dejar de ver, que los bienes son de Dios, no es para que prestemos y busquemos enriquecernos sin medida abusando de los más pobres, como lo hacen los países ricos y también personas usureras que se comen vivos a sus semejantes y sin ningún escrúpulo viven a costillas de sus semejantes.
- Al encontrarnos en esta semana celebrando el 28th aniversario de vida martirial de los sacerdotes Jesuitas, nos damos cuenta que ellos ofrecieron todos sus talentos en bien del pueblo salvadoreño y sin ser la mayoría de El Salvador, ofrendaron sus vidas, como ofrendas agradables, por un mejor El Salvador más, fraterno, solidario, que tenga justicia para todos, que no hayan marginaciones ni explotaciones, en verdad han sido todo un regalo de Dios para los pueblo latinoamericanos que nos invitan a no ser mediocres, que debemos de no solo dar al patrón solo el talento, sino nuestra misma vida, y es ahí donde los predicadores debemos de examinar si estamos en el camino correcto o estamos obrando mediocremente solo siguiendo nuestros intereses y propios beneficios.
P. Vidal Rivas