- Hoy nos encontramos celebrando el vigésimo tercer domingo después de Pentecostés, ya casi a las puertas de finalizar un año litúrgico más de la vida de la iglesia.
- El amor de Dios que es maravilloso y eterno para toda su creación, nos invita a vivir de su gracia para que vayamos alcanzando su realización personal, sin miedo alguno, sino con amor confiado en la vida digna que es para nosotros.
- En esta semana se celebra el día de los veteranos de guerra y como se cultiva en los jóvenes a que se alisten para los ejércitos. Que maravilloso pudiera ser, que todos llegáramos a la civilización del amor, donde no hubiera violencia, no se fomentara la carrera armamentista, no estuviera un pueblo contra otro, ni hubiera ese gran gasto por ser el más fuerte en lugar de sacar de la pobreza a los países pobres.
- Hace una semana en este país de los Estados Unidos de Norte América se han llevado acabo las elecciones presidenciales, y en ellas vivos, insultos, toda clase de atropellos, el como el ídolo del poder se lleva en encuentro a quien se ponga por delante, sin importar las personas que sean, lo único que interesa es el poder, por eso mismo cuesta ser humilde y valiente para aceptar que la gente es libre y puede optar de acuerdo a sus principios por otro partido; mientras a base de la mentira se engaña a la gente y utilizando a la religión se sigue alienando a los pueblos para conseguir sus fines perversos; pero lo grave del caso es que hayan pastores, sacerdotes y obispos que se vendan a esos intereses perversos.
1) Lectura del Libro de Josué 24:1-3,14-25
- Josué como el nuevo líder del pueblo de Israel va a tener que hablar con autoridad y convencimiento de la fe en Dios, y que al aceptarlo a él no se puede compartir la adoración a Dios y seguir dando culto a falsa divinidades creadas por los serse humanos.
- Cuando Josué se para frente al pueblo como un líder convencido del amor de Dios, les va a decir: ¡Ahora, pues, teman a Yahvé! ¡Sírvanle con sinceridad y fidelidad! ¡Eliminen los dioses a los que sus padres sirvieron tanto más allá del Río como en Egipto, y sirvan a Yahvé! Pero si no quieren servir a Yahvé, elijan ahora a quién servirán: o bien a los dioses a los que sus padres sirvieron más allá del río, o bien a los dioses de los amorreos en el país donde viven. Lo que es yo y mi familia serviremos a Yahvé”.
- El pueblo al darse cuenta de la manera que Josué, como su líder les ha hablado y del convencimiento que solo existe un solo Dios vivo y verdadero, ellos profesan, que van a servir y seguir a Dios creador y Señor de todo cuanto existe. Cuando el pueblo a dicho que acepta en todo a Dios, Josué hace el pacto con el pueblo para con Dios. Nosotros debemos erradicar todo aquello que nos esclaviza, que no es Dios, ni gratos a sus ojos, hay que quitar toda clase de ídolos que no nos dejan ser buenos seguidores de Dios vivo.
2) Lectura de la primera carta de pablo a los Tesalonicenses 4:13-18
- Pablo hace referencia a la Esperanza, que el que cree en Dios debe de saber que nuestros hermanos que han partido a lo que llamamos muerte, ya descansan en paz, que no hay porque afligirse, y es dónde debemos de preguntarnos nosotros, en qué Dios creemos porque no aceptamos la partida de los seres queridos, y nos adueñamos de ellos y le reclamamos a Dios, perdiendo de vista que hemos salido de Dios y hacia él regresamos.
- Nos dice, de la misma manera que Cristo murió y resucitó, así también nos llevará con él a la vida eterna, donde solo hay felicidad.
- Los cristianos no tenemos que vivir desanimados, sino sabiendo que hemos salido de Dios y por lo tanto debemos de confortarnos mutuamente, sin ver con tristeza, ni el mundo perdido, porque la muerte ha sido vencida por Cristo Jesús.
- Nunca viva triste por sus seres queridos que han convivido con usted y que hoy ya han partido, porque lo único que ha pasado es que se nos han adelantado a la Patria celestial, donde ya no hay llanto ni marginación, sino vida en abundancia y felicidad eterna, para vivir con ese gozo de Dios.
2) Santo Evangelio de San Mateo 25:1-13
- Mateo presenta la parábola de las 10 Vírgenes, cinco sensatas o precavidas y cinco necias o descuidadas. Las precavidas, llevan aceite suficiente para sus lámparas, mientras las descuidadas van atenidas al aceite de las otras o ir a comprar de emergencia.
- Las diez jóvenes están alegres a la espera del novio, aguardan con gozo; pero como éstos se demoran en llegar, y por la noche y el cansancio se duermen. A la media noche se oyó un grito: “Viene el novio, salgan a su encuentro”. Todas se despiertan soñolientas y comienzan a preparar sus lámparas, y es entonces que las descuidadas se dieron cuenta que no tienen suficiente aceite para sus lámparas y le piden a las otras que son las precavidas que compartan con ellas o les presten, mientras ellas dicen, no solo tenemos para nosotras, vayan y compren en el lugar más cercano y ellas salen de prisa para la tienda.
- En lo que las descuidadas andan comprando llega el novio, las que están listas entran con su novio y se cierra la puerta ya que la fiesta ha dado inicio. El novio llega cuando estaban dormidas, ya confiadas y cansadas; de la misma manera, nosotros debemos de tener suficiente aceite en nuestra lámpara para encontrarnos con nuestro novio Jesucristo.
- Luego que las descuidas han comprado el aceite regresan, tocan la puerta y gritan: “Señor, señor, ábrenos. Pero él respondió: “En verdad se los digo: No las conozco. Por tanto, estén despiertos, porque no saben el día ni la hora”. En la vida de la fe, las lámparas son muy importante, con la luz vencemos la oscuridad, con la lámpara calentamos por el calor. Luego con la luz vemos el camino, pero para que esa lámpara alumbre necesita tener suficiente aceite, y ese aceite sólo lo da el Señor por medio de su Santo Espíritu, y al encender la lámpara no hay que olvidar que Cristo nos dijo: Yo soy la Luz del mundo y nos mandó a ser luz del mundo y la luz se pone en lo alto para que alumbre, y hoy el mundo necesita luces de verdaderos cristianos que damos calor, iluminamos con nuestro testimonio vivo de que Cristo a vencido al mundo del pecado.
- Hay que estar atentos con nuestra lámpara y con suficiente aceite, porque no sabemos cuánto tiempo va a tardar nuestro Señor en encontrarse con nosotros y mientras llega ese día estemos atentos velando sin ofender a Dios, sino con respeto reverencial obedecerle y servirle en los más pobres, sabiendo que con el amor solidario estamos poniendo aceite a nuestras lámparas.
- Que todos y todas pasen un bello fin de semana en espera de ese novio fiel pero exigente por la justicia, sabiendo que también nosotros debemos de ser precavidos, sensatos y fieles.
P. Vidal Rivas