REFLEXION DOMINICAL, 15 DE AGOSTO, 2021

- Nos encontramos celebrando el décimo tercer domingo luego de Pentecostés, donde cada día la Palabra de Dios nos invita a celebrar las maravillas de nuestro Padre celestial.

- Este 15 de agosto se celebró 101 años del nacimiento de Monseñor Romero, un gran hombre de Dios, siempre al servicio del pueblo humilde y pobre.

- También en este día 15 de agosto se celebra la festividad de la Asunción de la Virgen María, conocida como la Virgen del Tránsito, y eso nos llena de gozo saber que un día también nosotros vamos a recibir esa vida de la gloria de Dios.

- Con respecto a la Pandemia, no se ve en verdad que haya algo que la pare, sino al contrario seguimos teniendo victimas y sobre todo con nuestros niños lo cual debemos de cuidar con mucha delicadeza para bien de erradicar este mal que ha llegado a nuestro medio.

- Nos damos cuenta una vez más que las invasiones de la OTAN son para destruir y dejar peor el problema y lo estamos viviendo en Afganistán, pero muchos medios al servicio del poder se callan y las mentes críticas no se les deja oír porque da vergüenza, ni mucho menos hay un juicio para tanta muerte y destrucción.

1) Lectura del Primer Libro de Reyes 2:10-12;3:3-14

- El Rey David, luego de gobernar cuarenta años en Israel, es enterrado, porque Dios le ha llamado a su presencia, y David como todo mortal tiene que abandonar esta tierra para ir a reunirse con sus parientes y sobre todo para estar en la vida de Dios. Con la muerte de David nos damos cuenta que no hay ser humano que se resista a la llamada de Dios para poder dar cuenta de lo que hemos hecho en este mundo.

- Salomón uno de los hijos de David, el hijo de Betsabeth es el que ha heredado el Trono de David, aunque nos cueste comprender los designios de Dios; pero este joven rey a pesar de que su padre David lo había educado en la religión y de estar al frente de un Dios monoteísta, hoy está dando culto a dioses extraños.

- Hoy también Salomón se encamina al lugar alto por excelencia, que está en Gabaón, para ofrecer sacrificios en ese altar y mientras descansa, Dios se le aparece a Salomón y le dice: “Pídeme lo que quieras y te lo daré”.

- Salomón al encontrase con Dios y escuchar de pedirle lo que sea, este no se enloquece, no pierde el equilibrio, no entra en delirio, sino que al contrario con sensatez le hace esta maravillosa oración a Dios: “Tú has mostrado una bondad muy grande para con tu servidor David, mi Padre; es cierto que caminó en tu presencia en la fidelidad, la justicia y la sinceridad. Tú no has puesto fin a esa bondad hacia él, pues has querido que su hijo esté ahora sentado en su trono. Tú me has hecho rey, Yahvé, Dios mío, en lugar de mi padre David. Pero yo soy todavía muy joven y no sé aún actuar. Tu servidor se las tiene que ver con tu pueblo, al que tú mismo elegiste, y es un pueblo tan numeroso que no se puede ni calcular ni contar. Concede pues a tu servidor que sepa juzgar a tu pueblo y pueda distinguir entre el bien y el mal. ¿Quién podría en realidad gobernar bien un pueblo tan importante?

- Dios al ver la respuesta de la propuesta que Dios ha hecho a Salomón le va a decir: “No has pedido para ti una larga vida, ni la riqueza ni la muerte de tus enemigos, y en cambio me pediste la inteligencia para ejercer la justicia. Pues te voy a conceder lo que me pediste. Te doy un corazón tan sabio e inteligente como nadie lo ha tenido antes que tú y como nadie lo tendrá después de ti. Y además te daré lo que tú no has pedido: tendrás riquezas y gloria más que ningún otro rey de la tierra durante tu vida. Si andas por mis caminos, si observas mis ordenanzas y mis mandamientos como lo hizo tu padre David, te daré larga vida.”

- En realidad cuando uno sabe pedir y Dios que conoce nuestro interior nos va a dar lo que nos sirve y lo que el pueblo necesita; pero hoy en la actualidad la mayoría de los gobernantes no saben pedir, sino que al contrario no lo que quieren es dominar, oprimir, saquear las arcas, para vivir bien ellos sin importar el pueblo al que gobiernan.

2) Lectura de la carta de Pablo a los Efesios 5:15-20

- San Pablo nos invita a que vivamos en una constante revisión de vida, que mejoremos nuestra conducta, que nuestra personalidad se perfeccione, de que no perdamos el tiempo en cosas bobas que no nos llevan a nada constructivo. En otras palabras, lo que él busca es que vivamos en sensatez, en que sepamos aprovechar el tiempo, el que seamos responsables en nuestra vida, tanto en trabajo, familia, en la sociedad, como en la religión.

- Todo ser humano debe de esforzarse de saber descubrir con valentía cual es la voluntad de Dios, el no buscar hacer lo que nos agrada a nosotros, sino lo que es grato a Dios, aunque eso nos cueste un poco de sacrificio.

- San Pablo como un pastor y guía que es nos invita como el poder hacer la voluntad de Dios y vivir nuestra vida de cristianos: “No se emborrachen, pues el vino lleva al libertinaje; más bien llénense del Espíritu. Intercambien salmos, himnos y cánticos espirituales. Que el Señor pueda oír el canto y la música de sus corazones. Den gracias a Dios Padre en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, siempre y por todas las cosas”. En verdad este tiene que ser la vida de los cristianos, de los que decimos ser seguidores de Jesucristo, porque de lo contrario damos pena como cristianos haciendo de la religión una caricatura.

- Qué vergüenza damos muchos cristianos que formamos la iglesia católica, sin importar de denominación a la que pertenecemos; porque no dejamos el alcohol, lo usamos para la celebración del baby shawer, bautismo, cumpleaños, primera Comunión, quinceañera, matrimonio y hasta para los velorios. Qué triste es en verdad de ver que nos llamamos seguidores de Jesucristo y lo que hacemos es deformar la vida de fe y poner en vergüenza a Cristo y nosotros vivir un cristianismo de barniz.

3) Sto. Ev. Ntro. Sr. Jesucristo Según Sn Jn 6:51-58

- “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.” Nunca he podido entender de que hayan personas que se queden sentadas con indiferencia en los templos, sobre todo si son católicos y escuchan de la Palabra, que Cristo eucaristía es alimento de vida eternal para todo el mundo, ni mucho menos he podido comprender que hayan pastores que se tomen el atrevimiento de prohibir a los hijos e hijas de Dios que no se alimenten y han puesto reglas no razonables e insensatas, deshumanizadoras que alejan de la gracia de Dios, solo por normativas humanas muy viciadas, siendo ellos también pecadores.

- “Los judíos discutían entre sí: ¿cómo puede este darnos a comer su carne?” Jesús les dijo: “en verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida” Necesitamos lo mismo que Salomón el espíritu de Dios para poder entender, que es Dios quien viene a nuestro encuentro y nos da abiertamente el cuerpo de su Hijo como alimento de vida, y no podemos quedarnos indiferentes a tal invitación; porque si trabajamos por un alimento que solo nos da fuerza para vivir y trabajar el tiempo que estamos en este mundo materialista, el por qué no nos alimentamos y trabajamos por el alimento que da la vida eterna?. No podemos seguir viendo de cosas que aparentan que dan vida, todo es pasajero, mientras que el alimento que da vida es Cristo que se ha quedado en la Eucaristía.

- Cristo para que entendamos y clarifiquemos bien lo que significa el creerle con fe y recibirlo nos va a decir lo siguiente: “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre”. En verdad si usted y yo queremos tener vida en abundancia y vida eterna, creamos en la Palabra hecha carne y que decide libremente quedarse en el pan y el vino como alimento de vida espiritual pero que fortalece también nuestro caminar y fuerza para combatir las fuerzas del mal.

P. Vidal Rivas