REFLEXION DOMINICAL, 22 DE AGOSTO, 2021

- Nos encontramos celebrando el décimo tercero domingo luego de Pentecostés, donde cada día la Palabra de Dios nos invita a celebrar las maravillas de nuestro Padre celestial.

- Por falta de no haber aceptado a Jesucristo como verdad y vida, como el Señor de todo el universo nos encontramos con toda clase de desigualdades y en los países latinoamericanos con aires de inspirar a revueltas y divisiones e instrumentalizaciones por los grandes y de las grandes corporaciones, donde muchos pobres son engañados, para luego ser sometidos.

- Nos encontramos a las puertas de cerrar el capítulo 6 de San Juan, donde por varias semanas hemos meditado el como nuestro Gran Maestro Jesucristo nos ha enseño que el ser humano debe ser visto como tal, con alimento material y espiritual y hoy sobre todo saber que él es el pan de vida, bajado del cielo y que no es nada fácil seguirle, sino dar el seguimiento, sabiendo como pedro que sólo en él hay vida eterna.

- Nuevamente hemos visto una situación mas de las políticas de Norteamérica en Afganistán, lo cual es un rotundo fracaso, por querer llevar democracia entre “ “, lo cual es un rotundo engaño y dejar muerte y miseria, para que las naciones caigan en un rotundo caos.

1) Lectura del Primer Libro de Reyes 8:1,6,10-12,22-30,41-43

- Salomón como un buen líder temeroso y respetuoso de Dios, se pone al frente del pueblo para interceder delante de Dios. Salomón, no es como muchos reyes, ni gobernantes de hoy que les da vergüenza profesar que creen en Dios, y prefieren llamarse ateos o sin religión creyendo que así son una novedad, mientras lo que hacen es ser mal ejemplo y quitar valores al pueblo.

- Salomón nos enseña como reconocer la grandeza de Dios con una oración de alabanza y adoración. El reconoce los prodigios que Dios ha hecho en su vida, en la familia de su padre, en su pueblo y como es de eterna la fidelidad de Dios para con todos; por eso mismo comparto estas palabras literales del libro: “Salomón estaba de pie delante del altar de Yahvé, frente a toda la comunidad de Israel. Levantó entonces sus manos al cielo, y dijo: ¡Yahvé, Dios de Israel! Ningún dios arriba de los cielos, abajo en la tierra es semejante a ti, porque tú respetas tu Alianza y tu fidelidad para con tus servidores cuando caminan delante de ti con todo su corazón”.

- Al reconocer Salomón la grandeza de Dios, y como es de grande su fidelidad, a pesar de nuestras limitaciones, él reconoce como no hay nada tan excelso como el mismo Dios, que ni el cielo, ni la tierra y cuando existe se compara con la grandeza de Dios. Y es por eso mismo que con humildad le pide a Dios que lo bendiga, que le acompañe y santifique su pueblo que necesita del amor maravilloso de Dios; y eso lo manifiesta de manera tan clara cuando dice: “Escucha la súplica de tu servidor y de tu pueblo Israel cuando vengan a orar a este lugar. Escúchala desde lo alto del cielo, del lugar donde tú habitas, escucha y perdona”.

- “Cuando un extranjero que no es de tu pueblo Israel, pero que venga de un país lejano debido a tu nombre, porque oyó hablar de tu gran nombre, de tu mano poderosa y de los grandes golpes que propinas, si viene a orar a esta casa, escúchalo desde lo alto del cielo donde habitas, y acoge la solicitud de ese extranjero. De ese modo todos los pueblos de la tierra conocerán tu nombre, te temerán como lo hace tu pueblo Israel, y sabrán que tu nombre permanece en esta casa que he construido”. Esta es una oración maravillosa de Salomón con tinte ecuménico, no como muchos cristianos que viven con envida porque hay otras religiones u otros grupos religiosos en su misma religión y por falta del conocimiento de Dios se limitan a verse solo como hermanos ellos y han llegado a creerse que solo ellos se salvaran y que piensan que tienen un Dios exclusivo solo para ellos y que solo a ellos es que Dios les escucha. Qué pena pensar de esa manera y no haber logrado entender las maravillas de Dios.

2) Lectura de la Carta de Pablo a los Efesios 6:10-20

- “Háganse fuertes, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba”. Esto es lo que debemos aprender o entender mejor dicho, porque la mayoría de veces tenemos que tener conciencia de quien es el que pelea contra nosotros y necesitamos mucho de Dios, para poder salir vencedores y no otra cosa que nos aleja de la vida real.

- Cuando uno se deja conducir por la gracia de Dios la vida de uno mismo tiene mayor sentido y no hay nada que lo haga sucumbir porque sabe que la vida de Dios nos lo puede todo y es lo que nos hace la diferencia, por eso mismo Pablo nos dice lo siguiente, como debe de ser la armadura de un Cristo que profesa que cree en Dios: “Por eso póngase la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas. Tomen la verdad como cinturón y la justicia como coraza; estén bien calzados, listos para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las fechas incendiarias del demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios”.

- San Pablo tiene la delicadeza de enseñarnos como debemos de vivir en todo momento, para estar con Dios y bien en el mundo que nos movemos: “Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo a favor de todos los santos, sus hermanos”.

3) Sto. Ev. Ntro. Sr. Jesucristo Según Sn Juan 6: 56-69

- “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí”. “El que coma este pan vivirá para siempre”. Si Jesús nos dice todo esto afirmativo, no podemos tardarnos y quedarnos indiferentes sin acercarnos a compartir el pan de la vida eternal, y sabiendo que es el mismo Señor quien nos invita a su banquete, no son los hombres imperfectos que limitan la gracia salvífica a dada a todo ser humano.

- “Así habló Jesús en Cafarnaúm enseñando en la sinagoga. Al escucharlo, cierto número de discípulos de Jesús dijeron: “Este lenguaje es muy duro! ¿Quién querrá escucharlo?” Esto es el verdadero Evangelio, no como el que solo invita a una espiritualidad piadosa, que desencarna la realidad y busca quedar bien con los que no quieren cambiar y les incomoda la verdad, pero los que creemos en el Hijo de Dios no podemos darnos el lujo de anunciar un evangelio que ha sido desfigurado, quitando la parte del Jesús de Nazaret y solo anunciando a Cristo.

- Jesús al ver que la gente esta desconcertada, que no logran entender, sino que están sorprendidos él no cambia su tono, ni baja su nivel de enseñanza, sino que al contrario les va a decir: “¿Les desconcierta lo que he dicho? ¿Qué será, entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir al lugar donde estaba antes? El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen.” En verdad esta es la realidad, muchos dicen seguir a Jesús, el tener fe, pero son de fe de conveniencia, fe de barniz, de bolsillo, no la fe que lleva entrega, donación, un cambio por un mundo mas justo y solidario.

- Jesucristo no ha bajado los brazos, la voz, no tiene miedo, sabe que ha venido a cumplir la voluntad de Dios y por eso es que surge esto: “A partir de entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle. Jesús preguntó a los doce: ¿Quieren marcharse también ustedes?’ Pedro le contestó: “Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabra de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que eres el Santo de Dios.” Cuando uno conoce el mensaje de vida, las exigencias del Evangelio, como cuando les dice a las mujeres de Jerusalén, de que no lloren por él, sino por ellas mismas, por sus hijos y sus pecados, hoy no escatima en decir a esta gente que la ve vacilante; donde muchos se han ido, no logran entender, quieren mensaje mediocres, están acostumbrados a que les hablen de las estrellas, de los angelitos, y cositas suaves que no incomodan a nadie; ese no es el Evangelio de Jesucristo, porque esto lleva un cambio, verdadero cuestionamiento.

- Jesucristo no tiene miedo quedarse sin seguidores, necesita saber en verdad quien lo sigue y porque lo siguen, cuando invita a que también se vayan sus más íntimos seguidores; pero Pedro que ya ha descubierto, que no se puede seguir a otra persona, no se puede poner la confianza en nadie que no sea Jesucristo es que con certeza exclama: “A quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que eres el Santo de Dios”. Con esta respuesta de Pedro nos queda bien en claro que seguir al Señor, es porque solo en él hay palabra de vida, no en charlatanes, no en conciertos, en estadios y tantas cosas que cada día idolatramos; además se ha creído que é les el santo de Dios, y si queremos santidad y ser santos debemos de seguir a Jesucristo como verdad, camino y vida, sabiendo que solo por medio de él es que se tiene vida en abundancia y eternal.

- Que pasen un bello fin de semana en Cristo Jesús, sabiendo que solo a él debemos de seguir y poner la confianza de que es el Hijo de Dios que no lleva a la casa del Padre.

P. Vidal Rivas