REFLEXION DOMINICAL, 21 DE MAYO, 2017

- Ya nos encontramos en el sexto domingo de la pascua, y en cada semana hemos ido tomando una mayor conciencia de nuestra vida de bautizados, sabiendo que estamos llamados a ser mejores seguidores del Cristo resucitado.

- En este domingo de Pascua, la Palabra de Dios nos va a hacer entender, que Dios vive en todas partes y en todos los seres creados por él y para él, ya que toda la felicidad, como la realización total del ser humano solo se encuentra en Dios.

1) Lectura del Libro de Hechos de los Apóstoles 17:22-31

- San Pablo que anda en la obra misionera, en la verdadera evangelización se encuentra en la ciudad culta de Atenas en Grecia, y ve en el Areópago, que el pueblo además de ser amante de la ciencia, también son religiosos, y tienen un altar sagrado al Dios desconocido, que es el Dios supremo, como también lo tenían nuestras culturas, lo que sucedió es que cuando llegó el Cristianismo nos quitaron nuestro culto y nos impusieron el de los conquistadores y nos hicieron ver que los nuestros eran los ídolos.

- Pablo muy astutamente, utiliza el altar al Dios desconocido, como el altar al Dios vivo, Padre de Cristo Jesús y Padre de toda la humanidad; que es el verdadero Dios, y en esa ponencia que hace Pablo. En realidad las personas se quedan asombradas, muy impactadas, y Pablo con su elocuencia y sabiduría empieza a iluminar sus vidas, y hacerles ver, que ese Dios, no es un Dios lejano, sino que vive y está en cada uno de nosotros, y por él nos movemos y existimos. En realidad, esta es la verdad de los Cristianos, es por Dios que tenemos vida, y todo cuanto tenemos y llegaremos a tener, todo se debe a su amor, y debemos de saber que también nosotros mismos le pertenecemos a él y debemos vivir consagrados hacia a él.

- En el discurso que Pablo presenta, hace ver que ese Dios además de ser cercano, tiene un hijo que ha enviado y ha muerto por todos y nos va juzgar a cada uno de acuerdo a la vida que hayamos llevado.

2) Lectura de la Primera Carta de San Pedro 3:13-22

- Pedro nos invita a tener confianza, porque los que tienen a Dios, no pueden recibir daño, ya que Dios está con ellos.

- Otro elemento que nos invita, es que nos formemos bien, para que demos respuestas correctas a las personas que se nos acercan y necesitan claridad en la vida de la fe. Usted en verdad le dedica tiempo a la formación integral de su vida de fe?.

- Muy maravillosas las palabras que Pedro nos dice en este contexto: “Es mejor sufrir por hacer el bien, si tal es la voluntad de Dios, que por hacer el mal, pues Cristo murió una vez por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo ésta la muerte del justo por los injustos”. Lamentablemente, que nosotros no seguimos la Palabra de Dios, sino la ley del mundo que nos enseña la maldad y la venganza, lo cual no es obra de Dios ni nos lleva a la perfección para alcanzar la vida eterna.

3) Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo Según San Juan 14:15-21

- Jesús, que sigue viendo a sus discípulos desconcertados, porque les está hablando de su partida, no lo pueden comprender, tiene miedo a pesar que han vista su muerte y resurrección, y han recibido su fortaleza, pero como seres humanos, que no queremos enfrentar lo desconocido, ni queremos riesgos.

- En el diálogo que Jesús tiene, como enseñanzas de un Padre, para sus hijos en su última despedida, Jesús les dice: “si ustedes me aman, guardaran mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les daré otro protector, que es el Espíritu de la verdad”. Hoy más que nunca necesitamos ver como andamos en el cumplimiento de sus mandamientos: Amar a Dios sobre todas las cosas y al Prójimo como a nosotros mismos. (un solo mandamiento nuevo les doy, que se amen los unos a los otros como yo les he amado).

- Mientras los apóstoles siguen perturbados, les repite, no se entristezcan, no los voy a dejar solo, no estarán ustedes huérfanos, sino que voy a volver pronto. En realidad, porque nos hace falta fe, como este grupo de discípulos de Jesús, que a pesar que vieron tantos signos no confiaban plenamente en él de esa misma manera nos pasa en la mayoría de los casos también a nosotros, que desconfiamos del amor maravilloso y fiel de Dios.

- Cuando nos detenemos a pensar, si en verdad, Cristo vive en mí, y si Cristo vive en mí, también el Padre vive en mí, pero yo no estoy viviendo para ellos, y es cuando necesitamos ese Espíritu de la fortaleza, de confianza que nos ilumina y transforma en verdaderos seguidores, del que es el Camino, la Verdad y la Vida, y es cuando comprendemos que no podemos ir al Padre, ni permanecer con él sino no hacemos la voluntad del Hijo en lo que nos ha enseñado.

- Que pasemos un bello fin de semana en Cristo Jesús y con conciencia clara, si estamos haciendo la voluntad del Padre en Cristo Jesús.

P. Vidal Rivas