- Hoy nos encontramos Celebrando, el séptimo Domingo de pascua, luego de haber celebrado la Ascensión Jesús al cielo, y Estamos a una semana de la Gran celebración de pentecostés.
- Nos encontramos con la gira del presidente de los Estados Unidos de Norte América en su visita a las tres religiones monoteístas, y esperamos que él tome mayor conciencia de su vida de cristiano, asuma una mayor responsabilidad y el liderazgo sea bueno, siempre haciendo el bien y evitando hacer el mal a sus semejantes.
- Acaba de pasar la reunión del G7, los países más desarrollados e industrializados, que en verdad se vele por el bien común, que cese el egoísmo, se debe la vida que el capitalismo ofrece de materializar al ser humano y haya una mayor sensibilidad.
- Ya estamos a las puertas de cerrar la época de la Pascua, estamos celebrando el séptimo domingo de Pascua, donde cada cristianos debe preguntarse si nuestra vida ha sido un verdadero caminar en Jesús resucitado, para que podamos tener el verdadero ascenso a representar la imagen vida del Dios que vive en medio de nosotros y nosotros vivimos para él.
1) Lectura del Libro de Hecho de los Apóstoles 1:6-14
- La mayoría de veces uno presume o da por hecho que los feligreses han entendido el mensaje de Jesús, pero en la mayoría de los casos están en la misma dimensión de los discípulos de Cristo, que él está hablando del Reino y que tiene que regresar al Padre; mientras ellos están pensando que es el momento de la repartición terrenal y política, como muchos que siguen a un Cristo equivocado por conveniencias y no al Mesías salvador que te invita a seguirle haciendo la voluntad del Padre.
- Al ver Jesús que sus discípulos no entienden, les dice: “Pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí”. Esto es lo que se necesita, el Espíritu Santo, para que en todas partes y todos los cristianos sin importar denominaciones demos testimonio que Cristo está vivo y que vive en nosotros.
- Mientras Cristo les habla a sus discípulos, Jesús asciende al cielo, entre las nubes, su gloria se manifiesta, su esplendor se hace ver. Hoy que vemos a Cristo ascender, se nos tiene que fortalecer nuestra fe y darnos cuenta que nuestra esperanza es certera; porque si Cristo que es nuestra cabeza asciendo al lado del Padre, también usted y yo, que somos parte de su cuerpo místico vamos a morar con él.
- Los discípulos de Cristo se quedan estaciados mirando al cielo, mientras Cristo ha ascendido, están boquiabiertos. En verdad que cantidad de cristianos, hoy siguen parados, no porque estén contemplando las maravillas del señor, sino porque han desviado su mirada y contemplan cosas vanas, y ni siguen a Dios y no hacen nada constructivo para el Reino, por lo tanto hoy se nos invita a que examinemos que ya no podemos ser parte de esos mirones, sino encarnar la parte viva del Evangelio y salir a proclamar su nombre a todas las partes, para que haya un mundo más justo y fraterno.
- Lectura de la Primera Carta de Pedro 4:12-14;5:6-11
- Pedro, como un padre en la fe nos dice lo siguiente: “Depositen en él todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes. Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quien devorar”. Muy maravilla la vida de fe que Pedro nos invita a seguir, en realidad, el confiar verdaderamente en Dios, sólo él no defrauda, no hay porque confiar en poderes terrenos ni en sistemas opresores.
- Además Pedro nos hace entender que el demonio, no se da por vencido, él te busca y encuentra el momento como hacernos sucumbir, por lo que debemos vivir sobriamente y atentos a no desmayar, ni caer en las tentaciones que son tan llamativas y especiales para alejarnos de Dios, presentándonos falsas expectativas y engañas mentiras de felicidad.
- Santo Evangelio de San Juan 17:1-11
- Cristo, luego que ha resucitado, antes de ascender al cielo, en un discurso de preparación a su partida les dice a sus discípulos en una oración: “Y la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a su Jesucristo, a quien enviaste”. En realidad usted y yo, podemos gustar de la gloria de Dios, si desde ya hacemos vida estas palabras que Jesús nos enseña en Juan, ya la vida salvífica ha iniciado.
- Jesús está hablando con su Padre antes de su retorno a su gloria, y les enseña a sus seguidores que él ha salido del seno del Padre y que sólo está regresando a él, para recobrar su gloria; pero al mismo tiempo le pide a su Padre que nos libre del mundo del pecado, de la marginación, de lo que no da vida eterna, y es que en verdad él nos ha comprado con su sangre y hoy somos propiedad de él. También nos hace entender, que somos de Dios Padre por naturaleza y origen, y hoy ya le pertenecemos a Cristo por haber sido rescatados del pecado y del dominio de Satanás.
- El Señor Jesús como un verdadero pastor y Padre, clama a su Padre, porque él se está retirando de este mundo; lo mismo sucede a los padres de familia cuando están dejando a sus frutos de sus entrañas y están partiendo a la presencia de Dios, sienten angustia; sienten que no están preparados; pero debemos de aprender a confiar que Dios sabe lo que hace, y sólo sigamos con obediencia su santa voluntad.
- Que este domingo antes de Pentecostés nuestra vida sea un verdadero renacer en Cristo para la gloria de Dios.
P. Vidal Rivas