REFLEXION DOMINICAL, 26 DE JULIO, 2020

- Hoy nos encontramos en el octavo domingo después de Pentecostés, para fortalecernos en torno a la Palabra de Dios, que ilumina, fortalece, inspira y nos lleva a la vida de exigencia para no seguir en la vida de muerte.

- El mundo se sigue sangrando y no se ve que los seres humanos decidamos cambiar esta vida de violencia, sino que más agregamos mayor vida de muerte con el mundo de las armas y el cómo infundir terror, en lugar de llegar a un entendimiento y de vivir con dignidad y respeto.

- En el mundo del poder y del pecado se siga maltratando a los pobres, tanto persiguiendo a los inmigrantes sin importar el continente, se sigue con las sanciones a las naciones pobres, todo porque no se prestan al saqueo, no se dejan dominar e imponer las medidas que le convienen al gobierno del poder; pero es maravilloso ver como personas con conciencia de la justicia y solidaridad luchan por otro mundo posible.

- Vemos que las potencias mundiales determinan sanciones contra los otros, como si fueran los dueños del mundo; pero todo es porque ven que no obedecen a sus interés y se salen de su control, lo cual nos expone a un peligro mayor, todo por no conocer a Dios que nos enseña que el mundo es suyo y todos sólo somos administradores de sus bienes.

- Hoy en la actualidad seguimos invadidos por la pandemia del Coronavirus, y en los países donde los gobiernos han sido ineficientes, súper irresponsables, las consecuencias que hoy tenemos son tan desastrosas y es el pueblo el que esta sufriendo la muerte como es el caso del Brazil, México y los Estados Unidos de Norteamérica, sólo para ponerlos como ejemplo, no porque hay muchos, mientras seguimos esperando la ansiada vacuna que traiga alivio en este momento.

1) Lectura del Primer Libro de Reyes 3:5-12

- Dios se le aparece en sueños al joven Rey Salomón y Dios le dice: “Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré”. Dios se ve el corazón, la humildad y sencillez de este nuevo rey para el pueblo de Israel, por lo que le hace semejante propuesta, y Salomón no se lo puede creer, trata de explicarle a Dios lo grande, bondadoso y noble que ha sido con su padre David.

- Salomón, luego de hablar con Dios e intercambiar palabras y ver la bondad desbordante de Dios, va reconocer que el pueblo es grande y le pide a Dios: “Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo, y para distinguir entre lo bueno y lo malo”. Que maravilla de hombre, que bueno que esto tuvieran los gobernante de Israel hoy en la actualidad y el gobierno de los Estados Unidos, para ver con humanidad los estragos de la guerra, y como nos alejamos unos de otros por no ver con un corazón limpio, y no dejar que sea el bien el que reine en nuestras vidas, sino el mal que nos lleva a la muerte y a la destrucción.

- Dios le responde a Salomón: “Porque me has pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni muerte de tus enemigos, sino inteligencia para saber oír y gobernar voy a hacer lo que me has pedido”. Que maravilla, que hoy hubieran gobernantes de esta clase, para evitar las guerras, las muertes, las desigualdades y todas las clases de injusticia, y que también los que le pedimos a Dios supiéramos pedirle, él nos daría lo que en verdad nos es útil.

2) Lectura de la Carta de Pablo a los Romanos 8:26-39

- Pablo nos hace caer en la cuenta, que el Espíritu viene en auxilio nuestro, porque nosotros no sabemos dirigirnos al Padre por nuestras debilidades, pero sabiendo que tenemos al Espíritu de Dios en nosotros, debemos de confiar. Y Pablo nos dice: ¿Qué más podemos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!. Dios es quien los declara libres de culpa. ¿Quién podrá condenarlos? En verdad cuando hemos entendido el amor maravilloso de Dios en todo su esplendor hacia nosotros, nuestra vida es más fácil confiársela, sabiendo que en verdad le pertenece, porque él no se ha negado enviar a su Hijo para redimirnos muriendo en la cruz para salvarnos.

- “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada?”. No, no nada nos puede separar, sabiendo que somos seguidores del que es fiel, del que nunca nos ha abandonado, somos nosotros los que nos apartamos de la gracia de Dios, y luego le echamos la culpa a él de nuestras cosas que nos salen mal, por falta de sabiduría, prudencia, Etc.

3) Santo Evangelio de San Mateo 13:31-33,44-52

- En este evangelio vamos a encontrar varias parábulas que nos van a hablar del Reino de Dios, que se ha preparado para nosotros y que tiene que iniciar desde hoy, y nos dice que el Reino de Dios es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en el campo”. Este arbusto que nace se vuelve tan grande, que viene a anidar cantidad de aves, animales de toda especie, lo mismo es el Reino de Dios, para cada uno de los seres que han escogido acercarse a la sombra de su Palabra, para tener esa vida que ha sido preparada.

- “El Reino de Dios es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa”. La levadura es poco que se le pone a la masa, la hace crecer y logra su objetivo; que bien que los cristianos fuéramos como la levadura, que fermentáramos la masa del mundo, para que desaparezcan las guerras, las desigualdades, que nosotros hiciéramos cambiar a los que piensan mal y tienen un corazón de piedra y no que ellos nos imponen su ley.

- “El Reino de Dios es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra este terreno”. En verdad, el tesoro es Dios, lo llevamos dentro, ya usted lo ha descubierto y ha sido capaz de vender o dejar todo lo que tiene que lo aleja de Dios?. Muchos vivimos solo para las cosas que el mundo nos presenta desde el capitalismo esclavizante y asesino, que margina y explota, y cuando nos encontramos con bienes materiales, muchas veces hasta asesinamos, como sucede con los países poderosos, que han invadido países, continentes y en nombre de la democracia van y se adueñan del oro, plata, Uranio, cobre, hierro, petróleo y otras cosas más; pero tanto compañías extranjeras, como gobiernos corruptos van y nos roban las riquezas y solo nos dejan contaminación y pobreza, luego que han explotado a nuestro pueblo.

- “El Reino de Dios es también como un comerciante que anda buscando perlas finas; cuando encuentra una de mucho valor, va y vende todo lo que tiene y compra esa perla”. Ya usted se ha encontrado con la perla o es un mal comerciante de su salvación? Recuerde que no podemos vivir de espejismos, no son las cosas pasajeras que dan la realización, la felicidad y la vida eterna, todo es vanidad de vanidades, sólo Dios basta y quién a él tiene todo lo posee; por lo tanto usted y yo busquemos esa perla, que es Dios y dejemos a un lado todo lo que nos esclaviza o nos ata y no nos deja ser verdaderos seguidores de Jesucristo como Dios Padre nos dijo: “este es mi Hijo a nada a El escucharle”.

- “El reino de Dios es también como una red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado”. También la iglesia debe de ser como esa red, que se lanza en misión en busca de conquistar a toda persona, sin discriminación de color, lengua, status sociales; porque todos estamos llamados a la salvación y nuestro deber es anunciar el reino, invitar a que vengan y participen de las delicias del Reino, y será hasta el final que Dios hará la separación de unos y otros, no nos toca a nosotros decidir quién es el que se salva y quién no.

- Que pasen un feliz domingo muy llenos del amor de Dios, pero no podemos seguir indiferentes, de ver las injusticias de la vida, como es el caso de los niños inmigrantes que están sufriendo cantidad de traumas en la frontera, los niños y ancianos que mueren y están llenos de pánico en Gaza por la invasión israelí, como en la situación de Ucrania donde hay gran cantidad de los países poderosos, y los que sufren son los pobres.

P. Vidal Rivas