REFLEXION DOMINICAL, 14 DE MARZO, 2021

- Nos encontramos en el cuarto domingo de Cuaresma, que para los cristianos es muy importante, ya que estamos a dos semanas de la Semana Santa. Lo triste es de ver, como el país que se vanagloria de ser el promotor de la paz, de la democracia, de la trasparencia va por el mundo implantando tanto poderío y todo en base a la vida militar, el querer dominar el mundo sin importarle a quien someta y explote. El cómo se decreta como amo y señor del mundo que pueden ir por el mundo bombardeando a los que han clasificado como peligrosos a su falsa seguridad y para ellos no hay límites, ya que se han endiosado en el poder y el que les discuta y cuestione entra en la lista negra también.

- Los grandes problemas políticos en el mundo, vemos manifestaciones de apoya a Venezuela y clamores de justicia. En verdad nos gustaría que los países grandes respetaran y dejaran de imponer sus intereses y caprichos a los países pequeños que buscan vivir sus democracias; porque en la vida de los grandes nadie se mete y aunque hablemos, se nos ignora. Ya es tiempo de ver con claridad la hipocresía y mentira de los súper poderes de como buscan dominar al mundo, como si fueran los amos de la tierra. Se ha sacado a Dios y nos consideramos los dueños del planeta. Estamos muy equivocados.

- Hoy en el tiempo de la pandemia, siguen luchando entre la vida y la muerte los de siempre, los pobres, a quienes se les deja de último en las vacunas, y son pocos los gobiernos que tiene acceso a esas vacunas para toda la población y también por la rivalidad de los que quieren grades ganancias por las que compiten muchas naciones y farmacéuticas.

- Si el Evangelio nos habla del amor maravilloso de Dios y que no tiene límites, así de la misma manera nosotros debemos de recibir ese amor de Dios y hacer que todos los que nos rodean puedan disfrutar de ese amor con intensidad para que hagamos de este la casa común donde reine la justicia y el amor como normas de vida.

1) Lectura del Libro de Números 21:4-9

- El pueblo ha perdido la paciencia, cree que Dios los ha engañado y Moisés es su cómplice, por lo que murmuran contra Dios, en otras palabras mas de pueblo, ellos han perdido la confianza en Dios, les hace falta fe, no están muy bien familiarizados. Es cierto que en el desierto no hay vida, hay pruebas y el calor del sol es sofocante; pero Cristo cuando estuvo ahí venció toda clase de pruebas.

- Surgen las serpientes venenosas y toda persona que era mordida moría. En ese instante el pueblo reacciona, van donde Moisés y le dicen: estamos arrepentidos, por favor intercede por nosotros, se nuestro mediador. El ser humano con frecuencia le falla a Dios y le cuesta reconocer que se ha equivocado, no somos lo suficientemente humildes y honestos para reconocer nuestro pecados.

- Hace una semana en el texto de Ex 20, leímos que era prohibido la fabricación de imagen alguna de dioses extraños o sea de ídolos; pero hoy Dios mismo le pide a Moisés que construya una imagen de serpiente de bronce, para que todo el que sea mordido levante la cabeza y vea a la serpiente y será sanado. Es muy interesante ver dos contexto, uno que nos recuerda a la serpiente en el Paraíso terrenal que invito a los primeros seres a fallarle a Dios, y luego Cristo nos va a recordar la serpiente de bronce en Juan 3. Dios en ningún momento dijo que la serpiente es Dios, ni tampoco en muchas iglesias de tinte católico se dice que esta es una imagen de dioses, las imágenes que se hacen son para la veneración, porque se tiene claridad de lo que es adoración solo a Dios.

2) Lectura de la carta de Pablo a los Efesios 2:1-10

- Estoy compartiendo la lectura de manera literal de Pablo a los Efesios para que veamos la grandeza de Dios, como uno puede estar muerto en vida, y es la gracia de él que nos redime, por su amor misericordioso.

- Ustedes estaban muertos a causa de sus faltas y sus pecados. Con ellos seguían la corriente de este mundo y al soberano que reina entre el cielo y la tierra, el espíritu que ahora está actuando en los corazones rebeldes. De ellos éramos también nosotros, y nos dejamos llevar por las codicias humanas, obedeciendo propósitos de la carne, gente reprobada como los demás.

- Pero Dios es rico en misericordia: ¡con qué amor tan inmenso nos amó! Estábamos muertos por nuestras faltas y nos hizo revivir con Cristo: ¡por pura gracia ustedes han sido salvados! Con Cristo Jesús y en él nos resucitó y nos sentó en la morada celestial. En Cristo Jesús Dios es todo generosidad para con nosotros, por lo que quiere manifestar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia.

- Ustedes han sido salvados por la fe, y lo han sido por gracia. Esto no vino de ustedes, sino que es un don de Dios; tampoco lo merecieron por sus obras, de manera que nadie tiene por qué sentirse orgulloso. Lo que somos es obra de Dios: hemos sido creados en Cristo Jesús con miras a las buenas obras que Dios dispuso de antemano para que nos ocupáramos en ellas.

3) Lectura del Evangelio de Juan 3:14-21

- Hoy es Cristo que hablando con Nicodemo, en la explicación de la pedagogía de Dios, le hace ver, que al igual que Moisés elevó la serpiente de bronce en el desierto hoy él será elevado, y los que lo vean con fe, serán sanados, no de una mordida, ni de la muerte física, sino sanados de alma y cuerpo, porque él es el Señor en enviado por el Padre Dios, para salvar lo que estaba perdido.

- Jesús nos expone de una manera tan maravillosa el amor de Dios, con estas palabras: “¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Unico, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él. Para quien cree en él no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de Dios.”

- Qué maravilla, que gozo debemos de sentir y saber confiar absolutamente en ese amor misericordioso del Padre, que no te invita para condenarte, sino que quiere que lo aceptes y te acerques a él en la persona de su Hijo Jesucristo sabiendo que viene como salvador, no como justiciero.

- Cristo viene como la luz misma, se nos invita a que le aceptemos, y esto implica que nuestra vida debe de cambiar, no podemos seguir en la misma falsedad de cristianos, debemos de cambiar nuestro rumbo y dejar los malos hábitos y dar testimonio de que Cristo viven en nosotros.

- Todo el que acepta a Jesucristo, como su Señor, que ha venido, no para condenarnos, sino para darnos vida y desde la fe, saber que es el Hijo de Dios vivo, que trae la vida para la humanidad, no porque pertenezca a esta iglesia o aquella, sino al que crea y le siga como su Salvador sin importar denominación, Dios nos dará la vida gloriosa como la suya, pero necesitamos serle fiel a su Evangelio, viviendo en amor y en la lucha por la justicia y la dignidad de todos los seres humanos.

- Que pasen un bello domingo, sabiendo de que Dios es amor y que se nos invita a vivir de ese amor maravilloso del Padre.

P. Vidal Rivas