REFLEXION DOMINICAL, 8 DE ABRIL, 2018

- Tenemos ha penas 8 días que hemos celebrado la Semana Santa, y espero que en ella hayamos vivido a plenitud nuestro cristianismo y hayamos hecho que otros indiferentes o un poco fríos se sientan motivados a seguir a ese Cristo vivo.

- Nos encontramos en el segundo domingo de Pascua, donde la Palabra de Dios en medio de tantas situaciones de indiferencias, con tintes de guerra, por las ambiciones de los seres humanos y la falta del amor y el respeto, porque no hemos aprendido la civilización del amor y por más que hablamos de descubrimientos, más nos alejamos de la humanidad.

- Necesitamos vivir de la vida de la fe, la fe es poder, es gracia, es llamado a estar seguro de que todo tiene salida y la vida no termina, se realiza en Dios y que este Dios es dinámico, no te miente y en medio de las penumbras con Dios todo es posible.