REFLEXION DOMINICAL, 17 DE FEBRERO, 2019

- Nos encontramos en sexto domingo después de la Epifanía, donde la Palabra vida de Dios enseña de que sin Dios no se puede vivir, sino que al contrario nos alejamos y perdemos el sentido vivo de nuestra vocación.

- Es muy difícil cuando nos hace falta fe, cuando hemos perdido la esperanza, sobre todo cuando un ser querido nuestro es llamado a la presencia de Dios, lo que nosotros llamamos muerte; pero como personas de fe, debemos saber que la vida es de Dios y es de su vida que vivimos y es hacia él donde regresamos para seguir viendo eternamente.

- El mensaje de Jesucristo no es de consuelo, de sometimiento, no para alienar al ser humano y digamos que se haga la voluntad de Dios y nos crucemos de brazos, es para que luchemos por la justicia y haya progreso en todo ser humano y sabiendo de que Cristo hace un llamado a la conversión diciendo a los ricos que si no cambian su mala actitud y siguen adorando al ídolo del dinero terminarán en la miseria, pensando que es lo material lo que sostiene al ser humano.

- Las amenazas contra Venezuela siguen vigentes por tantos conquistadores y dueño se lo ajeno quieren tomar posesión de lo que no les pertenece sin importar hundir en la miseria a una noble nación, lo mismo vemos cantidad de asesinados en Siria, la reunión en Polonía hablando de aliniarse con los de siempre para planear hacer el mal; y la otra reunión en Rusia buscando un poco de estabilidad en la Región y nosotros en los Estados Unidos nos encontramos con el mandatario con una obsesión del muro, sin importar los millones que podría desarrollar un país entero con fuentes de trabajo y desarrollo, sino que necesita demostrar la arrogancia y el desprecio a las otras naciones y si pide elecciones en otros países, porque no habla de hacer otra en su misma tierra por la manera que llego al poder?

1) Lectura del Profeta Jeremías 17:5-10

- Pareciera que Dios es tan duro de acuerdo a la visión del profeta, pero es tan importante el poder verlo de una manera literal: “Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo. Será como la zarza del desierto, que nunca recibe cuidados: que crece entre las piedras, en tierras de sal, donde nadie vive”. Todos tendríamos que examinarnos y darnos cuenta en quién tenemos puesta nuestra confianza, porque muchos las tenemos en los poderes humanos, ciertos sistemas de gobierno, ideologías y también dentro de la iglesia se pone mucha confianza en seres terrenos, que hacen tanto daño.

- Dios también le dice al profeta: “Pero bendito el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta, nunca deja de dar fruto”. Esto es lo verdadero, lo ideal que todo ser humano tendría que vivir, sólo en Dios se puede encontrar la realización total y sólo en él se puede dar fruto en abundancia.

- El profeta nos hace ver” “Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano”. Y es que nadie lo puede ver solo Dios, peor en él podemos ocultar cantidad de situaciones que nos ponen al descubierto tal y como somos; por eso Jesús dijo que del corazón es de donde salen lo que nos hace impuro, y nos invita a que seamos humildes y sencillos de corazón.

- A Dios nadie lo puede engañar, él es quien conoce nuestros secretos, por lo tanto él ve lo que llevamos en el corazón y cuando hacemos las cosas con rectitud y de acuerdo a lo recto es como nos dará nuestro premio.

2) Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 15:12-20

- “Si nuestro mensaje es que Cristo resucitó, ¿por qué dicen algunos de ustedes que los muertos no resucitan? Porque si los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, el mensaje que predicamos no vale para nada, ni tampoco vale para nada la fe que ustedes tienen”. Bueno, en verdad lo que se necesita es tener fe, esa fe que da confianza y seguridad de saber que la muerte no es el final y que Dios resucitó a su Hijo Jesucristo y de la misma manera nosotros vamos a resucitar a la vida eterna en Cristo.

- Pablo hace ver con claridad que nadie, miente en torno a la resurrección, porque Dios resucito a Cristo de entre los muertos, porque sin Cristo no hubiera resucitado en vano sería nuestro creer; pero como Cristo fue resucitado de entre los muertos, la muerte no es el fin, sino al contrario, la muerte es ese encuentro con Dios para vivir en la eternidad y vivir en la gloria de Dios.

- Todo sería en vano, una farsa sino Jesús no hubiera resucitado de entre los muertos, pero como él resucito como el fruto de la cosecha, es en verdad nuestra esperanza es cierta, que después de esta vida no se termina la vida, sino al contrario todo sigue, porque Dios es vida y es de su vida que vivimos eternamente para compartir su gloria.

3) Santo Evangelio Según San Lucas 6: 17-26

- Jesús luego que ha instruido al pueblo en el monte, hoy al bajar la muchedumbre a crecido más, donde muchos se han juntado esperando ser curados de sus enfermedades y toda clase de dolencias y el ser liberados de malos espíritus, y la gente pensaba con solo tocarlo yo quedaré sano y es así como la fe les llevaba a obtener lo que buscaban de la persona de Jesús.

- Cristo luego de sanar a varios enfermos comenzó a enseñar con estas palabras: “Dichosos ustedes los pobres, pues de ustedes es el Reino de Dios”. En este texto no es como el de Mateo, que habla de los pobres de espíritu, sino que se habla del pobre literalmente, como al que se explota, se le miente, se le quita lo que le pertenece y se le dan limosnas, lo cual no debe seguir pasando, donde unos pocos tienen mucho y las inmensas mayorías se mueren de hambre.

- Dichos los que ahora tienen hambre, pues quedaran satisfechos”. No esta invitando a un conformismo, de que nos resignemos, sino que hay que buscar el hambre de justicia, el hambre por la dignidad, lo que nos pertenece para la vida, lo que es nuestro, porque Dios nuestro padre a credo todo para todos, sin hacer las cosas privadas.

- “Dichosos ustedes cuando la gente los odie, cuando los expulsen, cuando los insulten y cuando desprecien su nombre como cosa mala, por causa del Hijo del hombre. Alégrense mucho, llénense de gozo ese día, porque ustedes recibirán un gran premio en el cielo”. En verdad por esto mismo nadie tiene que sentirse triste cuando lo persiguen, lo calumnien o le quiten la misma vida por el Reino de Dios, sino debemos de gozarnos que estamos en el mismo camino de nuestro Maestro Cristo Jesús.

- Es tan llamativo y al mismo tiempo ilustrativo el aprender lo que Jesús dice de los ricos, que nunca quieren escuchar y piensan que no se les quiere, que uno es contrario a ellos; pero miremos como Jesús les dice en esta parte del texto. ”Pero ay de ustedes los ricos, pues ya han tenido su alegría! ¡Ay de ustedes los que ahora están satisfechos, pues tendrán hambre! ¡Ay de ustedes los que ahora ríen, pues van a llorar de tristeza! ¡Ay de ustedes cuando todo el mundo los alabe, pues así hacían los antepasados de esa gente con los falsos profetas”.

- Las Bienaventuranzas o Beatitudes como se les conoce, no es lo mismo verlas en el Evangelio de Mateo, que verles en el contexto de San Lucas, estas se presentan de una manera directa y es directo el mensaje a la conversión y no tenemos porque estar acomodando el texto si Jesús lo que lleva es exigencia para que tengamos vida y saber que su mensaje no esta lleno de mediocridad, sino al contrario es exigente como la misma persona de Jesús.

- Todos los que creemos en Jesucristo debemos de saber descubrir que el amor de Dios es maravilloso, que todo es hecho para el bien nuestro y nuestra misma santificación, no tenemos que usar la religión para que sea alienante, sino liberadora, que salva y dignifica a todo ser humano sin distinción de raza, lengua y religión, sino sabiendo de que Dios quiere justicia para su pueblo y nadie debe de ser esclavizado ni abusado en nada.

P. Vidal Rivas