REFLEXION DOMINICAL, 31 DE DICIEMBRE, 2017

- Nos encontramos llenos de júbilo, el gozo es tan grande todavía ya que estamos en las fiestas navideñas, que finalizamos con la fiesta de la Epifanía o día de Reyes.

- Hoy estamos celebrando el primer domingo de navidad y el último domingo del año 2017, con la celebración del último día del año, donde usted y yo debemos de saber que es lo que hicimos bien, lo mal que hicimos y el bien que dejamos de hacer; pero al mismo tiempo de pedir perdón es de dar gracias a ese Dios amoroso que nos ha dado a nuestro Señor Jesucristo como nuestro Salvador, que no nos rechaza sino que nos invita a ser sus discípulos.

- En este año 2017 hemos visto grandes huracanes, terremotos, incendios, inicios de guerras, leyes injustas por un mandatario que se considera dueño del mundo, que no le importa lo que dicen las Naciones Unidas y es triste ver países que son llevados a la humillación por malos gobiernos como el caso de la hermana República de Guatemala, todo por seguir directrices de fuerzas que no lo van rescatar y le paga luego de la enfermedad que les pusieron al pueblo hace años, pero es el tiempo de despertar para no seguir en ese sueño de muerte, para ser libres.